Baloncesto. LEB Oro

El Cáceres desperdicia su ventaja

El conjunto de Roberto Blanco pierde en Burgos en un partido claramente de más a menos

Greg Gantt intenta superar la defensa de Arnau Parrado.

Greg Gantt intenta superar la defensa de Arnau Parrado. / jairo manzano / cb tizona

Área 11

92 - Grupo Ureta Tizona Burgos: Arnau Parrado (13), Joseph Cremo (9), Rodrigo Seoane (12), Dominic Thiam (10) y Didac Cuevas (4) -cinco inicial- Böhm (5), Rubén Vila (16), Rafael Munford (0), Jacobo Díaz (7), Gerard Jofresa (14) y Ayoze Alonso (2).

87 - Cáceres Patrimonio de la Humanidad: Gael Bonilla (10), Hansel Atencia (18), Dikembe André (4), Greg Gantt (20) y Juanjo Santana (2) -cinco inicial- Remu Raitanen (11), Vaidas Cepukaitis (4), Dani Rodríguez (16) y Pau Carreño (2).

Marcador por cuartos: 21-21, 41-50 (descanso), 65-70 y 92-87 (final).

Árbitros: Ávila Zurita, Leandro Nicolàs Lezcano y Villanueva Tena. Eliminados por cinco faltas: el local Alonso y los visitantes Raitanen y Gantt.

Incidencias: Sexto jornada de la LEB Oro. Partido disputado en el pabellón El Plantío ante 1.700 espectadores.

Pese al esfuerzo realizado el Cácerees Patrimonio de la Humanidad perdió por 92-87 en la pista de un Tizona Burgos que tiró de experiencia para doblegar a los extremeños en los últimos instantes de un partido donde el equipo de Roberto Blanco fue de más a menos. Se perdió el rebote y no sirvió el buen trabajo y la aportación realizada por momentos en ataque por Greg Gantt y Hansel Atencia así como Dani Rodríguez.

El partido arrancó con un 3-0 para el Tizona aunque rápidamente el Cáceres se puso el mono de trabajo y neutralizó la desventaja con efectividad y solvencia ofensiva para situar el marcador con un 3-6. La igualdad de fuerzas fue la tónica donde las defensas mandaban sobre los ataques. Así se pasó por el ecuador del primer cuarto con una ventaja visitante de tres puntos (7-10) gracias a dos tiros libres anotados por Dikembe André. 

A partir de ahí, resurgió el equipo burgalés que le permitió remontar el luminoso para fijar el 12-10, gracias a un triple de Díaz a falta de cuatro minutos para el final. El madrileño estaba siendo la referencia en ataque de los de Ocampo, mientras que el americano Gantt tiraba del carro extremeño (14-16). Un nuevo triple local de Böhm puso el 17-16 y mantenía la emoción de un más que intenso duelo. A la conclusión, 21-21, con una última canasta de tres puntos de Dani Rodríguez.

Hansel Atencia, defendido por Didac Cuevas.

Hansel Atencia, defendido por Didac Cuevas. / jairo manzano /cb tizona

En el segundo cuarto empezó de forma muy diferente. Un parcial de 2-8 permitió al Cáceres Patrimonio de la Humanidad conseguir su máxima diferencia (23-29), que precipitó un tiempo muerto de Diego Ocampo preocupado por su equipo y por la dinámica negativa que estaba atravesando en ese momento. Y es que el conjunto de Roberto Blanco estaba ofreciendo su mejor versión sobre la pista. Pero el técnico del Tizona Burgos no consiguió su objetivo, ya que el Cáceres mantuvo su renta (29-42) e incluso la amplió gracias a Bonilla, que bombardeaba el aro local. El alero mexicano y Gantt se habían echado el equipo a las espaldas. La máxima ventaja llegó a los quince puntos (31-46). Seoane, con un triple, y Parrado, posteriormente, dieron un respiro a un Tizona Burgos que parecía recuperar sensaciones (36-46). Roberto Blanco no dudó de detener el partido para enderezar el rumbo de su equipo, aunque no lo logró ya que diferencias se fueron reduciendo (41-48). Atencia fijaba el definitivo 41-50.

SEGUNDA PARTE

Tras el paso por los vestuarios, el Tizona saltó a la pista con las ideas mucho más claras que su rival. Así un parcial de 9-2 le permitió situarse a dos puntos de desventaja (50-52) coincidiendo con una canasta de Parrado, que seguía muy entonado. Incluso dos tiros libres anotados por Thiam igualó el marcador (52-52). Empezaba un nuevo partido. Los castellanos no acabaron por culminar la remontada. Atencia se encargó de ello (54-57). Sin embargo, el americano Cremo lo consiguió con dos tiros libres (58-57) a 4:39 para el final del tercer cuarto. La respuesta fue rápida y el Cáceres volvió a mandar con un triple de Dani Rodríguez (58-60). Volvió la máxima intensidad a un partido que no estaba defraudando a nadie. ‘Pope’ estaba siendo determinante con sus tiros de larga distancia. Así, seis puntos consecutivos del catalán situaban el luminoso en 61-66. El Tizona había bajado su intensidad defensiva. Atencia cerró el periodo con 65-70.

La desventaja burgalesa se redujo a un solo punto (69-70) tras su buen arranque (parcial 4-0). A 7:22 para la conclusión, el partido volvió a igualarse (71-71) tras una canasta de Seoane. Restaban cinco minutos y todo seguía en el aire.

Fue entonces cuando el Tizona Burgos tiró de experiencia y se puso por delante (81-79 a menos de tres minutos). Blanco pidió un tiempo muerto para que no se le escapase el partido. Jofresa acercó más a su equipo al objetivo (82-79 a 50 segundos). El Cáceres Patrimonio pareció perder toda opción con un gran tiro de Jofresa otra vez, aunque un triple de Atienza puso el 87-84 a 15. No fue suficiente. Al final, 92-87.

Roberto Blanco, sobre los árbitros: «Hay situaciones que nunca entenderé»

«Tengo que pensar muy mucho lo que quiero decir», advirtió al principio de su rueda de prensa Roberto Blanco. El entrenador del Cáceres habló de un «muy buen partido de basket, en el que hemos estado muy centrados, especialmente en la primera parte. En la segunda, en un pabellón como este, en el que se aprieta tanto, ha pasado que nos hemos venido un poco abajo. Llegamos a un último cuarto en el que tengo que intentar aguantar». Pidió «mirar a nuestro propio ombligo, porque hemos estado mal en esa propia parte», pero ya no pudo contenerse más:«el partido queda empañado por situaciones que nunca entenderé. No entiendo bien algunos criterios arbitrales. Estaban realizando un partido excepcional, pero... no sé si se han puesto nerviosos con la técnica que han pitado. Para mí se han equivocado en cuanto a criterio». Aún así, culminó diciendo que su equipo había sido «el culpable d e su propia derrota». 

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