Baloncesto. LEB Oro

El Cáceres, ante el líder para evitar su cuarta derrota seguida

Roberto Blanco afirma que vería normal estar cuestionado en su puesto

Gael Bonilla intenta avanzar hacia la canasta el Fuenlabrada.

Gael Bonilla intenta avanzar hacia la canasta el Fuenlabrada. / ALBA PACHECO

Javier Ortiz

Javier Ortiz

El peor rival para el peor momento. O quizás el más propicio, claro. El Cáceres Patrimonio de la Humanidad se enfrenta este domingo en el Multiusos al Longevida San Pablo Burgos (19.00 horas) tras tres derrotas consecutivas, dos de ellas ofreciendo muy mala impresión. No está en zona de descenso todavía, pero conviene ahuyentar cuanto antes las sensaciones negativas. Pero enfrente estará el que hasta ahora está siendo el mejor equipo de la LEBOro, con lo que eso supone. 

El propio entrenador del Caceres, Roberto Blanco, vería «normal» que su puesto incluso estuviese en peligro. Tras una temporada pasada en la que perdió parte del crédito de los años anteriores, ahora parece haberse acostumbrado a vivir entre turbulencias. «¿Cómo no se me va a cuestionar? Una vez que aceptas este puesto, te tienen que cuestionar. La experiencia me invita a estar tranquilo y reflexivo. Podemos trabajar mucho y bien y perder en los partidos. Cuestionar el puesto de trabajo del entrenador es lo más normal del mundo cuando das la imagen que dimos [en Fuenlabrada]. Soy uno de los máximos responsables si no consigo transmitirles eso. Aquí lo que vale es ganar, no ser una buena persona. Es un trabajo que tiene estos momentos de complicación y lo que hay que hacer es afrontarlos», dijo el viernes.

REFLEXIÓN

Quién sabe si la junta directiva se atrevería a destituirle tras una hipotética cuarta derrota seguida que, desde luego, no sería una sorpresa vista la diferencia de nivel que han mostrado unos y otros hasta ahora. La siguiente cita, en Cantabria, sí es mucho más ganable, al menos en apariencia.

Los verdinegros apenas han tenido tiempo para digerir el 94-67 encajado en el pabellón Fernando Martín. La consigna es mirar hacia adentro y no tanto hacia el oponente porque, argumentó Blanco, «el equipo se tiene que preocupar de sí mismo, de mostrar esa identidad que no estamos mostrando. Queremos ser un equipo con alma. Somos nosotros los que tenemos que cambiar nuestra imagen».

Pidió sobre todo «competir con corazón y con carácter, con energía. Si le añadimos al talento que tienen los jugadores y al trabajo que hacemos en el cuerpo técnico, podemos hacerlo. Todo se basa en buscar el equilibrio».

Para este choque su ‘segunda unidad’ se presenta aún más debilitada con la enfermedad que ha arrastrado en los últimos días Pau Carreño. Pablo Rodrigo y, por descontado, Pablo Sánchez, siguen como bajas seguras. Los vinculados Lucas Sigismonti y Dani García Casarrubios repiten convocatoria.

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