Baloncesto. LEB Oro

El Cáceres visita Cantabria con dudas alrededor de su entrenador

Los verdinegros intentan reaccionar, pero una derrota podría suponer el cese de Blanco

Pablo Rodrigo, con el balón ante el Melilla.

Pablo Rodrigo, con el balón ante el Melilla. / CARLOS GIL

Visita el Cáceres Patrimonio de la Humanidad la pista del Grupo Alega Cantabria este sábado con la sensación creciente de que juega algo más que un partido (19.00 horas). Cuando a un entrenador se le da a un ultimátum no suele hacerse en público, y de hecho Roberto Blanco ha recibido en privado la confianza del núcleo duro la junta directiva, pero el runrún sobre su posible destitución en caso de una derrota --no digamos ya con mala imagen-- no ha parado en los últimos días. 

¿Qué hay de verdad, incluso de que ya se habría sondeado a posibles sustitutos? Es muy difícil saberlo porque es un club en el que este tipo de movimientos los manejan muy pocas personas. Pero es indudable que la tensión se respira de cara a un choque en el que se miden dos aspirantes a evitar el descenso que llegan heridos después de lo sucedido en las últimas semanas.

El Cáceres contabiliza cuatro derrotas seguidas y, aunque todas se hayan producido ante rivales destinados a jugar los ‘playoffs’ (Gipuzkoa, HLA Alicante, Fuenlabrada y San Pablo Burgos), lo más censurable han sido las insondables desconexiones que ha protagonizado en momentos más o menos prolongados. Intentar minimizar esto para aspirar a un triunfo que tranquilizaría las aguas y permitiría seguir fuera de la zona de descenso.

ABSORBIENDO GOLPES

Blanco intenta aparentar normalidad y calma. Aunque evidentemente preocupado, está satisfecho porque al menos podrá recuperar a Pau Carreño y casi seguro también a Pablo Rodrigo. Tener dos rotaciones más evitará un problema que se está arrastrando:la sobrecarga de minutos que impide a determinados jugadores llegar frescos físicamente y pensar con claridad.

«Intentamos revertir una situación muy dolorosa y demostrar que tenemos más baloncesto del que mostramos en algunos partidos y que merece la pena defender esta camiseta», comentó el jueves el técnico placentino, que reconoció que al vestuario le costó levantarse del golpe de perder de repente toda opción ante el San Pablo Burgos, en el tercer cuarto y sobre todo de «no ser capaces de conectar con nuestra afición». 

«La LEB Oro son 34 finales y esta es una de ellas. Con esa mentalidad podemos conseguir los objetivos, esa victoria que tanto deseamos. Jugamos en una cancha caliente con un público que siempre que lleva a su equipo en volandas y siempre empuja», comentó. Sobre en sí el Cantabria destacó la experiencia de Mirza Bulic, la fortaleza interior de Derrick Walker y Matej Radic y la dirección de Agustí Sans, además de a su homólogo en el banquillo, David Mangas.

Un Cantabria que también llega herido

David Mangas, entrenador del Grupo Alega Cantabria, reconoció que el inicio de la semana en Torrelavega había sido «complicado» después de perder el domingo frente al Movistar Estudiantes por un escandaloso 101-61. «Es una derrota que nos ha dolido a todos y en los primeros entrenamientos al equipo le costó meterse. Con el paso de las sesiones, está concentrado y con muchas ganas de hacer un buen partido y dar una mejor imagen ante nuestro público», afirmó.

Al Cáceres le definió como «un equipo que lleva muchos años en LEB Oro» y que «sabe a lo que juega», no pasando por alto su acumulación de lesiones «en posiciones que cuesta mucho suplir». «Tienen capacidad para jugar rápido y también en estático». En su análisis pormenorizado indicó que «Dani Rodríguez y Hansel Atencia son dos bases complementarios» que «Greg Gantt está metiendo más de 15 puntos por partido», que «Gael Bonilla hace daño de distintas maneras», que «Dikembe André y Cepukaitis juegan duro» y que «Raitanen y Santana abren el campo». 

Respecto a Roberto Blanco, indicó que «siempre ha sacado muy buenos resultados y ha demostrado que sus equipos son competitivos. Van a venir con la misma idea de hacer un partido completo».

Por último, lanzó un mensaje a su afición: «Espero que nos ayude. Lo necesitamos. Para nosotros es muy importante sentir el apoyo y que entre todos creemos un ambiente en el que el jugador se siente cómodo, que nos den un plus de energía».

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