Fútbol. Primera Federación

Una victoria más que trascendental para el Mérida

El conjunto romano supera al Atlético Baleares en un tenso encuentro (2-1) y se queda a un paso de salir de la zona de descenso

Busi, derecha, autor del primer gol del Mérida.

Busi, derecha, autor del primer gol del Mérida. / AD Mérida

2 - Mérida: Juan Palomares, Beneit (Álvaro Juan, min.90), Bourdal, Eliseo Falcón, Lluis Llácer (Damián Canedo, min.46), Acosta, Juanjo Sánchez, Busi, Javi Martín (Dani Sandoval, min.55), Mizzian (Pipe, min.84) y Chuma (Elejalde, min.55).

1 - Atlético Baleares: Ramón Vila, David Navarro, Félix Ofoli (Nuha, min.74), Zalaya, Campabadal, Ferroni (Alarcón, min.59), Azzez (Armando, min.74), Toni Ramón, Rochina, Pastrana (Pablo Muñoz, min.59) y David Rodríguez.

Goles: 1-0: min. 32, Busi.1-1: min. 81, Campabadal. 2-1: min. 83, Elejalde.

Árbitro: Roberto Gonzalo Sánchez (Comité Castellanomanchego). Amonestó a los locales Llácer, Bourdal, Acosta, Busi, Chuma y Sandoval; y a los visitantes David Navarro, Zalaya, Azeez, Rochina, Armando y Nuha. Expulsó con roja directa al entrenador local, David Rocha, en el minuto 69.

Incidencias: Estadio Romano José Fouto. 3.056 espectadores. El Mérida hizo un pequeño homenaje a Juanma Barrero y Sergio Cano por su pasado en el club. 

Dentro de esta buena racha en la que se encuentra el Mérida en las últimas jornadas, la victoria cosechada este domingo ante el Atlético Baleares (2-1) no ha sido, seguramente, en la que el equipo emeritense ha mostrado su mejor versión. Sin embargo, los momentos en el fútbol son claves y cuando las cosas están mal todo se multiplica en contra y cuando están bien, todo parece que se alinea para que la fortuna sonría. 

Para un espectador neutral el encuentro entre emeritenses y baleares fue aburrido, pues se pisaron muy poco ambas áreas. Sin embargo, para ambas aficiones fue un partido muy tenso por lo que se jugaban ambos contendientes. Para los locales era necesaria la victoria para vivir, por lo menos unas horas, fuera del descenso y meter presión a sus rivales directos que jugaban por la tarde, mientras que para los visitantes era, prácticamente, una final para seguir soñando con la salvación.

Once inicial del Mérida para el partido ante el Atlético Baleares.

Once inicial del Mérida para el partido ante el Atlético Baleares. / AD Mérida

El Mérida salió muy bien plantado, presionando arriba y confiriendo un ritmo que le convenía. Pero el ímpetu duró diez minutos, pues a partir de entonces los de Juanma Barrero se asentaron en el buen césped romano y, sin crear peligro, daban la sensación de dominar el choque. Las áreas no se pisaban y los locales buscaban como única alternativa atacante el pelotazo que no terminaba de generar peligro, lo que impacientaba a la grada. Donde más cómodos se sentían los de Rocha eran robando y corriendo, pero en las pocas ocasiones en las que lo conseguían, solían elegir mal el pase definitivo.

Con esta tesitura, parecía claro que la clave iba a estar en aprovechar la que se tuviera pues se mostraba un choque de pocas ocasiones. 

El gol de Busi

A pesar de que el Mérida no estaba cómodo, las individualidades volvieron a aflorar y en un balón que parecía sin historia, Chuma porfió con David Navarro cerca del banderín del córner hasta robarle la pelota, el centro tenso del delantero fue tocado por Ofoli cuando su portero se disponía a blocarla, lo que hizo que el balón terminara llegando al segundo palo donde apareció Busi para poner el interior de su pie derecho y adelantar a los suyos.

El resultado llegó antes que el juego, pero los emeritenses lo aprovecharon para seguir apretando y solo un minuto después fue Juanjo Sánchez quien mandó un derechazo a la parte superior del larguero.

En la reanudación, Canedo sustituyó a Llácer que tenía tarjeta y el choque comenzó con un Mérida propositivo, una buena presión de Chuma dio lugar a que el delantero, tras irse de un segundo defensa tuviera un disparo franco desde la frontal, pero se le fue muy desviado. Declaración de intenciones local que continuaron presionando arriba en los minutos sucesivos.

La tensión se palpaba, el partido por momentos se rompía, pero sin ocasiones claras por parte de ninguno de los dos.

Desde ambos banquillos empezaron a buscar alternativas y en el emeritense refrescaron su delantera con las entradas de Elejalde y Sandoval. Este último tuvo una buena ocasión en el minuto 68, pero su remate muy forzado fue salvado por un defensa sobre la línea. La jugada continuó y llegó la acción polémica del partido con un derribo dentro del área sobre el propio Elejalde que el colegiado no estimó como punible. La protesta de dicha jugada supuso la expulsión de David Rocha del banquillo local.

El Atlético Baleares iba intentando adelantar posiciones en busca del empate, por lo que los emeritenses pudieron encontrar espacios en transiciones. Ni a unos ni a otros les terminaban de salir las jugadas para marcar.

Elejalde, en el centro, corre celebrando el tanto definitivo del conjunto romano.

Elejalde, en el centro, corre celebrando el tanto definitivo del conjunto romano. / AD Mérida

La ventaja era local, pero la sensación es que iba a haber más goles por el ímpetu de unos y las transiciones de los otros.

Dos tantos en tres minutos

Al final lo que hubo fue una falta en la frontal del área local muy peligrosa, sobre todo si enfrente hay un lanzador de la calidad de Rochina. Su lanzamiento dio en la barrera y el rechace le llegó a Campabadal que solo tuvo que empujarla para empatar el partido. Pero solo dos minutos después, una gran contra llevada por Juanjo Sánchez, habilitó a Mizzian a la espalda de la defensa y este a Elejalde, cuyo control se le quedó un poco atrás, pero al rehacerse hizo el quiebro perfecto para quedarse perfilado ante la portería y poner un disparo seco pegado al palo, que supuso el delirio en las gradas, pues su equipo volvía a adelantarse.

En las postrimerías, los visitantes lo intentaron, pero fue Sandoval quien estuvo cerca de poner el tercero, primero en una falta lejana que se fue envenenando y después en un disparo que se fue fuera. En la última acción del choque llegaría el último susto para la grada, pues un centro peligroso desde la izquierda se paseó por el borde del área chica de Palomares, afortunadamente para los locales, sin remate, lo que permitió una victoria muy importante para las huestes romanas.

David Rocha: «Estamos en ese momento en el que la moneda cae a nuestro favor»

David Rocha, entrenador del Mérida, se mostraba contento por la victoria y analizaba tras el choque que «sabíamos que iba a ser un partido complicado de jugar por dos equipos que están abajo. En la primera parte nos ha costado más que en la segunda». Reconocía que «estamos en ese momento en el que la moneda nos está cayendo a favor. Tenemos que seguir mejorando, pero es mejor hacerlo con una victoria». Destacaba principalmente «la actitud», pues «está siendo increíble». Continuaba desgranando que «ha sido un partido completamente diferente a los que veníamos jugando y que nos venían bien. Hoy era completamente diferente. Tenemos que mejorar con balón, pero siempre a partir de lo que estamos haciendo ahora. Cuando estaba arriba he visto como iban los blancos a cada duelo y era espectacular». Con respecto a su expulsión, «le he dicho que el penalti es como una casa. El cuarto y el línea deben entender que estamos a dos mil revoluciones. He hablado con él y le he pedido disculpas». 

Por su parte, Juanma Barrero, técnico del Atlético Baleares, explicaba que había sido un «partido igualado. Creo que hemos hecho una buena primera parte frenando las virtudes del Mérida. Estábamos bastante cómodos y de la nada ha aparecido su gol, que demuestra en el momento en el que estamos». Añadía Barrero que «todo estaba igualado, sin grandes ocasiones, hemos conseguido el empate en una jugada aislada, hemos intentado que los carrileros sean más ofensivos, hemos cambiado el dibujo y hemos encontrado la falta. A partir de ahí, nos hemos vuelto a disparar en el pie. Sabíamos que con el 4-4-2 las transiciones iban a volar, que era nuestro talón de Aquiles y así ha sido» . 

En relación al pequeño homenaje que se la hecho a él y a su segundo, Sergio Cano, en la previa del partido, «me he sentido bien, pero tenía que dejar esas emociones fuera rápido, me debo a otro club».

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