El presidente de Repsol, Alfonso Cortina, presentó ayer la dimisión al frente de la primera petrolera del país, empujado por La Caixa, accionista mayoritario. Le sustituye Antoni Brufau, director general de la caja catalana y presidente de Gas Natural. Cortina, amigo del exvicepresidente Rodrigo Rato, llegó al cargo con el Gobierno anterior. Es el primer presidente de las grandes empresas privatizadas en dejar el puesto.

Fueron dos de los accionistas de Repsol, La Caixa (que controla el 13% entre participación directa e indirecta) y Petróleos de México (Pemex, con un 5%) quienes forzaron a Cortina a dejar la presidencia. El mismo Ricard Fornesa, presidente de La Caixa, había manifestado un día antes al presidente de la petrolera su intención de abordar su propio relevo ayer, en el consejo de administración. Fornesa había informado el martes de los cambios a Francisco González, presidente del BBVA. Brufau habló con el consejero delegado, José Ignacio Goirigolzarri.

MENSAJES A LA MONCLOA Antes de las vacaciones, la caja y la multinacional mexicana enviaron mensajes al Ministerio de Industria y a la Moncloa, sugiriendo el cambio en la presidencia. Las relaciones entre la caja y Cortina quedaron muy deterioradas tras la frustrada OPA de Gas Natural sobre Iberdrola, que contó con la oposición de Repsol.

En septiembre, Fornesa fue a la Moncloa, donde puso al día de sus planes al presidente José Luis Rodríguez Zapatero. La respuesta formal de Zapatero, como la del ministro de Industria, José Montilla, fue que "en las empresas deciden los accionistas".

Montilla añadió que "lo que debe de primar en estas empresas es preservar el servicio público". Un portavoz del ministro abundaba ayer en la tesis, e insistía en que han sido los accionistas quienes han dado el paso.

Pese a respuestas tan oficiales, a nadie se le olvidaba ayer que tanto el vicepresidente del Gobierno, Pedro Solbes, como el mismo Montilla hablaron en agosto sobre "la honestidad" exigible a los gestores y la forma en que algunos de ellos habían llegado al cargo. Cortina, César Alierta (Telefónica), Manuel Pizarro (Endesa) y Francisco González (BBVA), llegaron a la presidencia de las empresas y el banco aupados por su relación con Rato y Aznar.

El consejo de administración de Repsol, que debía de haber comenzado ayer a las 5 de la tarde, lo hizo con una hora de retraso, por la discusión sobre si los consejeros de La Caixa, que han promovido el relevo, debían de estar presentes o no. Finalmente, todos asistieron. Cortina expuso primero los resultados de los nueve primeros meses del año, y después anunció su dimisión. Todos la aceptaron, con palabras de agradecimiento a los servicios prestados, y luego Gonzalo Anes, consejero independiente que preside la comisión de nombramientos, propuso a Brufau.

ABSTENCION Manuel González Cid, consejero del BBVA, explicó que "no nos oponemos al nombramiento de Brufau", e incluso reconoció que "es la persona idónea por su experiencia y conocimiento del sector", pero el BBVA --según fuentes del banco-- optó por abstenerse, porque "La Caixa es competidor del banco".

Por lo que se refiere a la presidencia de Gas Natural, su consejo de administración tomará hoy una decisión. Ayer se daba por hecho que Salvador Gabarró, representante de La Caixa en el consejo, sería el presidente.