La vicepresidenta económica, Elena Salgado, reconoció ayer que ha aceptado la imposición de la Comisión Europea de restringir las ayudas públicas que puedan recibir las cajas de ahorros para financiar los procesos de fusión a un máximo del 2% de los activos de las entidades, ponderados en función de sus riesgos.

España hubiera preferido que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria pudiera conceder ayudas de hasta el 2,5% de los activos, pero la comisaria de Competencia, Neelie Kroes, se ha mostrado inflexible. Salgado afirmó que el límite del 2% será suficiente para financiar las fusiones. Añadió que si en algún caso se necesita más ayuda, el Gobierno podrá pedir permiso a la Comisión.