Yolanda Díaz se erige en garante de la votación que resolverá el conflicto en Cataluña

Yolanda Díaz ya dijo sin ambages al inicio de la campaña que el referéndum de autodeterminación "no estaba encima de la mesa". El mensaje, certificado con la ausencia de esta propuesta en el programa electoral, levantó ampollas entre el independentismo, que le recordó que eso suponía un paso atrás respecto a su antecesor, Pablo Iglesias. Sin embargo, la líder de Sumar ha buscado sellar su compromiso con Cataluña en el mitin central de los Comuns. Su particular 'apoyaré' a sabiendas que, en esta campaña, del voto catalán puede depender quedar en tercera posición por delante de Vox y el futuro del gobierno de coalición. "Queremos alcanzar un acuerdo para los catalanes, y cuando lo tengamos vais a votar por vuestro futuro", ha gritado de viva voz ante las más de 3.000 personas, según la organización, que han llenado La Farga de l'Hospitalet de Llobregat en el mitin central de los Comuns.

La traducción de esta proclama es que Díaz, que busca atraer votante soberanista, se erige en garante de que se cumpla lo que PSOE y ERC acordaron para la investidura de Pedro Sánchez en 2019: que el resultado de la mesa de diálogo se someta a votación en Catalunya, una solución que los socialistas ya han dicho por activa y por pasiva que no será el referéndum sobre la independencia. Pero la candidatura, que se ha definido como la "fuerza tranquila que le habla a la gente de sus problemas", se acoge al escenario que cree posibilista. La alternativa, ha advertido Díaz, es un Gobierno formado por PP y Vox que vuelva a "incendiar esta tierra", que niegue el diálogo y la diversidad lingüística.

"Somos un país de países, un país plurinacional. Y ahora debemos de serlo más que nunca. Están censurando obras en catalán porque no es la lengua que les gusta a los bárbaros", ha señalado. Tratando de apuntalar la credibilidad de Díaz ante la resolución del conflicto catalán, la exalcaldesa Ada Colau ha sacado pecho de que ha sido la hoja de ruta del espacio la que se ha impuesto en la legislatura que se deja atrás: los indultos, la reforma del Código Penal y la mesa de diálogo. A esas credenciales ha sumado la condición de gallega de Díaz y su defensa de la plurinacionalidad.

El fiasco de Rodalies

La líder de los Comuns, principal puntal de la de Sumar, ha erigido el espacio en locotomora tanto de la solución para Catalunya como de las políticas progresistas que ha aprobado la Moncloa en estos últimos cuatro años, de las que ha reivindicado la paternidad pese a que ahora sea Sánchez quien presuma de ellas. Conscientes de que una de las dificultades el domingo será batallar contra el voto útil al PSOE, ha acusado a los socialistas de haber sido "permeables a las presiones del Ibex" hasta que ellos entraron en la coalición para frenar esa pulsión.

"Este gobierno tiene dos almas: una más conservadora y, la otra, Sumar. No solo hay que frenar a la derecha, hay que avanzar", ha espetado. Y la candidata de En Comú Podem, Aina Vidal, ha rematado la crítica contenida y en dosis limitadas a sus socios reprochando las "prioridades erráticas" de la ministra Raquel Sánchez, de quien consideran que ha pinchado con la gestión de Rodalies. "Es una pena", ha dicho.

Las "'motomamis'" y el voto de las mujeres

La sensación en la candidatura de Sumar es que se ha ido "de menos a más", que la campaña se le hace larga a la derecha mientras en la izquierda se van levantando los ánimos a medida que se acerca el domingo. Especialmente tras el debate a tres de este miércoles en TVE, en el que creen que no hay duda de que fue Díaz quien lo aprovechó más marcando un punto de inflexión. "La extrema derecha pone en peligro la vida de las mujeres negando la violencia machista. Tú la pusiste en evidencia como una reina de las buenas. De las que elige el pueblo, como Rosalía", ha exlamado una desencosertada Ada Colau que ha pronosticado que Díaz saldría "'coroná'" de La Farga de l'Hospitalet y que ha definido a sus seguidoras como las "'motomamis'" que no fallarán el domingo de las urnas.

El mitin central de los Comuns ha buscado muy especialmente movilizar el voto de las mujeres, que consideran decisivo para parar los pies a la derecha. De hecho, el repertorio de intervenciones en l'Hospitalet ha sido exclusivamente femenino. Destacada ha sido la larga oda que ha hecho a las mujeres la presidenta de En Comú Podem en el Parlament, Jéssica Albiach, que ha arengado a la militancia invocando una victoria en las urnas que será también la de "todas las madres y abuelas". Y, tirando de este hilo, mención especial ha tenido para "las madres gallegas que plantaban cara al narco que arruinaba la vida de sus hijos mientras Feijóo navegaba con él". De nuevo, el fantasma del contrabandista Marcial Dorado, protagonista en la recta final de la campaña.

La duda en la sala de máquinas en Sumar es si el cambio de rasante ha llegado demasiado al final y si se llegará a tiempo para que el domingo consoliden una tercera posición para Sumar por delante de Vox que es clave para la reedición del Gobierno de coalición. Sin embargo, el termómetro de este jueves ha sido Catalunya, donde los Comuns reconocen que el escenario no se puede equiparar al del resto del Estado porque aquí es el PSC quien encabeza todos los sondeos. Más allá, ya es otro cantar.