Amigos del socialista Ernest Lluch, amigos del matiz, del debate, amigos, también, del diálogo, incluso con los terroristas en pos de la paz, participaron ayer en un homenaje al político asesinado por la banda ETA en Barcelona hace cinco años.

Quienes acudieron a hablar de Lluch, en un acto que tuvo lugar en la sede del PSC en la capital catalana, tenían en común la voluntad de debatir, de dialogar. Y poco más. Acudieron Santiago Carrillo, el ponente constitucional Miguel Herrero de Miñón y el alcalde de San Sebastián y amigo personal de Lluch Odón Elorza. También acudió el presidente de la Generalitat Pasqual Maragall y el ministro de Industria, José Montilla.

Carrillo dedicó gran parte de su discurso a cargar contra el PP, sobre todo en cuanto a su rechazo al diálogo con ETA. A los populares les acusó de utilizar el terrorismo "para recuperar la mayoría absoluta". "Digan lo que digan quienes manipulan el dolor de las víctimas, la solución sigue siendo el diálogo", afirmó.

Elorza aportó la visión vasca de Lluch, quien tenía un piso en la capital guipuzcoana en el que pasaba largas temporadas. Elorza recordó la valentía de Lluch cuando, en la campaña electoral de la capital donostiarra de 1999, el socialista catalán se encaró con los proetarras.