Que en política todo es interpretable lo demuestra el hecho de que unos mismos datos económicos permiten hacer lecturas totalmente contradictorias según si quien opina es el partido del Gobierno o el de la oposición. Para el PSOE, España crece más que nunca, se baten récords de ocupación y se va a frenar la inflación. En cambio, el PP recuerda que ha aumentado el paro y que el incremento de precios de los productos básicos castiga a las familias con menos recursos. ¿Optimismo exagerado o catastrofismo innecesario? Seguramente la respuesta es que ha empezado la campaña para las generales del 9 de marzo.

La prueba de que la economía va a formar parte del menú electoral es que ayer el presidente del PP, Mariano Rajoy, reapareció, después del descanso navideño, para criticar la política económica del Gobierno --o más bien, en su opinión, la falta de política--, y anunciar que en los próximos meses presentará un plan "muy importante" para relanzar la economía española. El líder del PP reprochó al Gobierno que "haya estado parado durante más de tres años". Y es que, según los populares, los hasta ahora buenos datos macroeconómicos eran fruto de políticas de la era de Aznar. "El Gobierno se ha dedicado a vivir de la herencia y de la inercia de la economía y ahora nos encontramos con la subida más importante del IPC desde el año 1995", insistió el líder conservador.

MERITO PROPIO Pero el PSOE defiende que las cifras son positivas y que todo el mérito es del actual Ejecutivo. El portavoz del grupo socialista en el Congreso, Diego López Garrido, reprochó al PP que defendiese que la guerra de Irak "era muy buena porque iba a bajar el petróleo", cuando hace 4 años el precio del crudo era de 25 dólares el barril y ahora ya está a 100.

López Garrido compareció para intentar desmentir la visión "catastrofista" que, en opinión del PSOE, quiere trasladar Rajoy a la opinión pública. Según el dirigente socialista, la economía española está "en mejor situación que nunca" para afrontar una desaceleración que afecta a la mayoría de países del entorno. Los socialistas confían en que el superávit de las finanzas públicas, las inversiones en investigación y desarrollo y la apuesta por las políticas sociales son "cimientos poderosos" para hacer frente a una posible recesión.

Respecto a la inflación, disparada hasta el 4,3%, el PSOE pronostica que "se va a reconducir", aunque reconoce que es posible que los precios no se moderen hasta el mes de abril. Entre las previsiones que barajan los socialistas para la próxima legislatura incluyen también la creación de dos millones de empleos.

Rajoy prometió ayer que, entre las reformas que va a presentar, incluirá una mejora de las pensiones, mientras que el Gobierno de Zapatero hace bandera del incremento de este tipo de prestaciones. La ministra de Vivienda, Carme Chacón, recordó ayer que esta legislatura las pensiones han subido "más que en ocho años de Aznar". Según el Gobierno, han crecido un 25% y se ha compatibilizado la pensión de viudedad con el SOVI.

PETICIONES La guerra de cifras y la lluvia de promesas acaba de empezar. Además, aunque el Congreso ya ha finalizado el periodo de sesiones, IU-ICV solicitó ayer la comparecencia del ministro de Economía, Pedro Solbes, para que dé explicaciones.