Osmani se pasó toda la visita de la ministra de Defensa, Carme Chacón, al hospital de la ciudad de Qala-i-Naw sonriendo sin apenas cerrar la boca. A sus 22 años, el afgano Osmani, profesor de inglés, resumió el sentir de sus vecinos: "El Ejército español trabaja por los afganos".

La visita de Chacón al hospital en su segundo y último día de viaje a Afganistán no fue casualidad. A la titular de Defensa le interesa explicar que la participación española en la democratización de este país no se limita a los 1.238 militares desplegados en los diferentes acuartelamientos. La base de Qala-i-Naw fue la elegida por Chacón para finalizar su viaje, el cuarto a Afganistán y el primero a este destacamento. La ministra agradeció a las tropas el trabajo que realizan en Afganistán "para la tranquilidad de España" y recordó "el alto precio con vidas" que esta misión exterior ha costado a España: 88 muertos en los últimos siete años y medio. Y les advirtió de la importancia de las elecciones del 20 de agosto y para las que España ha reforzado su presencia con un batallón de 450 militares.

Horas antes, en Kabul, los jefes militares en Afganistán, que recibieron a Chacón en la base de la ISAF, también hablaron de los comicios.