Un respaldo contundente y demoledor, el del 97,4% de los delegados del sexto congreso del PSE, reforzó ayer el papel de Patxi López como secretario general y líder indiscutido de los socialistas vascos. El apacible cónclave, que concluirá hoy con la elección de una ejecutiva que tiene como misión preparar las elecciones municipales, sirvió también para aclarar que los socialistas serán leales a su actual entente con el PP, pero que se mantienen abiertos al pacto con el PNV.

López quiso despejar expresamente en su discurso que la política de alianzas del PSE no está cerrada ni se inclina por sacralizar el acuerdo preferente con el PP. "Decidiremos tras las elecciones", dijo para recordar que será decisivo hacer cálculos teniendo en cuenta "la gobernabilidad" de las instituciones. Elogió su pacto con los populares, porque, dijo, ha extendido un "certificado de defunción" a las "políticas frentistas", y saludó que en el PNV vaya ganando terreno "la voz de la sensatez".

GUERRA DEL PNV No obstante, censuró que los peneuvistas se sirvan de su poder en las diputaciones para hacer una guerra "casi tribal" al Gobierno vasco. Lo que sí pidió a todas las fuerzas políticas fue una "gran alianza" para hacer posible que todas las instituciones tengan presupuestos "a la altura de la crisis".

El líder del PSE no eludió un cierto tono institucional. Es el primer congreso que los socialistas vascos celebran al frente del Gobierno vasco y con su líder como lendakari tras "una dura travesía", como reconoció la secretaria de organización del PSOE, Leire Pajín. Por eso hubo repasos a la historia y, sobre todo, recuerdos emocionados a los militantes asesinados por ETA. Pero, como dijo López, ahora "llega lo más difícil", porque se trata de "mantenerse y mejorar".

Consciente de que el PSE ha estado prácticamente desaparecido de escena desde que los socialistas pusieron fin el pasado mayo a 30 años de mandato del PNV, López recalcó que el PSE es "un partido de Gobierno", pero no un "mero apéndice subordinado al Gobierno". De ahí que pidiera a los suyos que se pongan las pilas para "ir por delante" en debates, ideas y propuestas y anticiparse a los problemas. López se comprometió a empastar una ejecutiva que combine "renovación y experiencia". Hoy la votarán los delegados. Se aventura un resultado pacífico a tono con el cónclave.