Le costó largas negociaciones y varias cesiones, pero el Gobierno consiguió ayer el aval que perseguía del Congreso en su pugna con Marruecos respecto al caso Haidar . Todos los grupos, excepto el PP que se abstuvo, aprobaron un texto que exige a la monarquía alauí el retorno inmediato de Aminetu Haidar al Sáhara Occidental y pide al Gobierno que haga gestiones "al máximo nivel" para conseguirlo.

El texto consensuado tiene su origen en una proposición no de ley del PSOE, presentada en el Congreso, que ha sido modificada a través de diversas enmiendas negociadas con IU, ERC, ICV, PNV y el Grupo Mixto (BNG, CC, UPN, UPyD y NaBai).

El texto, acordado en forma de proposición no de ley, reclama a Marruecos que respete la dignidad de la activista saharaui "y su derecho a regresar junto a los suyos", y recuerda los derechos de libre circulación y residencia de Haidar.

Para conseguir el apoyo mayoritario, el PSOE ha tenido que cambiar hasta en dos ocasiones su propuesta inicial e incorporar una referencia explícita y contundente al "derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación mediante referendo". Una posición que contrasta con la tibieza mostrada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero sobre esta cuestión. El Ejecutivo se ha movido siempre en el terreno de la solución dialogada entre ambas partes y en el apoyo a una posible salida autonómica para el Sáhara Occidental.

LA HUELGA DE HAMBRE El grupo socialista también ha tenido que eliminar del texto votado ayer la apelación a Haidar para que abandone su huelga de hambre, que solo figura ahora en la exposición de motivos. Con todo, y en un debate al que asistió el representante para Europa del Frente Polisario, la mayoría de los grupos pidieron a la activista que cese en su protesta.

Además, se solicita la mediación activa de la ONU en este caso y que se amplíe el mandato de la Minurso (la fuerza de la ONU desplegada en el Sáhara Occidental) para que se ocupe también de vigilar la situación de los derechos humanos en la zona.

El texto también defiende que se siga apoyando el derecho de la activista a su libre circulación y residencia, y se reclame a Marruecos que facilite el retorno "inmediato" de Haidar y que se le restituya su pasaporte, el cual se le confiscó en El Aaiún cuando se negó a admitir la nacionalidad marroquí.

CENSURAS A RABAT La actitud del Gobierno marroquí fue ampliamente censurada. La portavoz de Exteriores del PSOE, Elena Valenciano, exhortó a Marruecos a dar una "respuesta urgente" y "abrir la puerta" a Haidar, tras expulsarla de forma "injusta y desproporcionada". Valenciano recordó que el Gobierno español no es el responsable de este caso después de haber cumplido "con la ley y con la razón" y de haber propuesto distintas soluciones, rechazadas por la activista saharaui.

Sin embargo, el Gobierno también recibió críticas por lo que el portavoz de ERC, Joan Ridao, calificó de "doble moral" en su política respecto a la autodeterminación del Sáhara. Gaspar Llamazares, de Izquierda Unida, se quejó de "la diplomacia de los intereses" practicada por el Ejecutivo en relación a Marruecos.

El diputado del PP, Gustavo de Arístegui, denunció la "incompetencia cósmica" del Gobierno, especialmente por la entrada de Haidar en España, que calificó de ilegal. El diputado popular reprochó al Ejecutivo que presentara su proposición de ayer como un "salvavidas para disimular su impotencia".