Tras una semana de 'impasse', el PP se dispone a dar este miércoles el primer paso necesario, aunque no suficiente, para que Mariano Rajoy salga airoso de su investidura. La dirección popular cuenta con que su comité ejecutivo -formado por casi 100 dirigentes- acepte las seis condiciones anticorrupción impuestas por Ciudadanos para que comience una negociación que, casi con seguridad, haga que los 32 diputados naranjas voten 'sí' a Rajoy. Un paso "casi decisivo", según la cúpula conservadora, para poder incrementar la presión y atornillar aún más al PSOE con la vista puesta en que, al final del camino, se abra a una abstención que permita desbloquear la legislatura.

Aunque algunas de las condiciones de C's, como la apertura de una comisión de investigación sobre la financiación del PP o el retiro de los dirigentes imputados por corrupción, sin esperar a que haya un procesamiento, resultan algo indigestas para muchos conservadores, nadie se ha pronunciado públicamente en contra de aceptar las imposiciones que Albert Rivera planteó hace una semana. De ahí que la cúpula del PP no prevea que en el comité haya demasiado ruido y, por tanto, espere que se permita a Rajoy abrir una negociación con C's que conlleve su voto a favor.

El propio Rajoy ya ha informado de que tras la cita, que tendrá lugar a las 12.30 horas, llamará a Rivera para convocarle a una nueva reunión. El equipo del presidente prevé que el encuentro entre ambos no se demore y que puedan verse entre este jueves y el viernes con el fin de marcar el procedimiento negociador por áreas temáticas. Un diálogo que los conservadores no quieren dilatar ni auguran que les despierte excesivos dolores de cabeza. En el encuentro, también es probable que Rajoy informe a Rivera de en qué fecha prevé presentarse a la investidura -se baraja finales de agosto o la primera quincena de septiembre- dado que C's lleva días presionando al presidente del Gobierno en funciones para que cumpla definitivamente con el encargo del Rey.