ELECCIONES GENERALES 23J

Los fichajes de Yolanda Díaz para Sumar tensionan la relación con sus socios

Más Madrid y Podemos asisten con estupor a las últimas incorporaciones en el equipo de Sumar

Yolanda Díaz en la presentación de candidaturas de SUMAR.

Yolanda Díaz en la presentación de candidaturas de SUMAR. / EFE

Ana Cabanillas / Elena Marín

Yolanda Díaz continúa con el goteo de fichajes para el equipo de campaña de Sumar. En los últimos días la vicepresidenta ha anunciado varias incoporaciones a las portavocías sectoriales, unos movimientos que han generado ciertas tensiones entre varios socios de la coalición, desde Más Madrid, que ha visto cómo su rival autonómica hace menos de un mes pasa ahora a representarles en materia de vivienda, como en las filas de Podemos, donde han acogido con absoluta frialdad el salto a Sumar de dos miembros de su ejecutiva.

La líder de Sumar, una vez sellado el acuerdo con una quincena de partidos, navega con absoluta libertad entre los cuadros de las distintas organizaciones, otorgando responsabilidades en la coalición en función de su consideración en la valía de los perfiles, sin atender a las siglas ni advertir previamente a los partidos de origen o al resto de fuerzas que, de una manera u otra, podrían verse afectadas. Una nueva dinámica que responde a la nueva organización del espacio, conformado por distintos actores y liderado por Díaz, que ha causado cierto estupor en las distintas formaciones.

Sumar ha incoporado en puestos de visibilidad a distintos dirigentes provenientes de Podemos, como Pablo Bustinduy como responsable del área internacional, la eurodiputada Maía Eugenia Rodríguez Palop como coordinadora de progama, el economista Nacho Álvarez como portavoz económico o la última, Alejandra Jacinto, portavoz en materia de Vivienda. Los dos últimos forman también parte de la ejecutiva de Ione Belarra, y en el caso de Álvarez, es su número dos en el Ministerio de Derechos Sociales. Pese a los cargos que ostentan los dirigentes, no hubo consultas previas a Podemos antes de hacer suyos a dos de sus activos más importantes en materia de vivienda, en el caso de Jacinto, y Álvarez en el ámbito económico. Las incorporaciones se negociaron directamente con los implicados, que trasladaron la decisión a la cúpula.

Dudas en Podemos

Las heridas abiertas entre Sumar y el partido aún perduran, después de las tensiones vividas los últimos meses y tras las fuertes presiones de los morados por incluir a Irene Montero en las listas elecorales. La relación está lejos de ser fluida, aunque Podemos decretase el sábado una tregua a Yolanda Díaz, con el objetivo de evitar las discusiones internas durante la campaña, conscientes de la desmovilización electoral que provocan este tipo de disputas.

Nacho Álvarez, en rueda de prensa en la sede de Podemos.

Nacho Álvarez, en rueda de prensa en la sede de Podemos. / EFE

La posición final ha sido evitar el conflicto públicamente, manteniendo el compromiso adquirido de no contribuir al ruido en campaña. Belarra, su superior directa tanto a nivel orgánico como institucional, evitó pronunciarse sobre el fichaje durante el lunes. Tampoco hubo felicitaciones o comentarios de ningún miembro de la ejecutiva morada. Aunque estos saltos han generado fuertes dudas en la ejecutiva morada, la posición final ha sido evitar el conflicto públicamente, manteniendo el compromiso adquirido de no contribuir al ruido en campaña. Eso sí, la frialdad ha sido absoluta en la cúpula de Podemos, donde han evitado hacer cualquier comentario respecto a estas incorporaciones.

Las posibilidades de afrontar esta situación pasaban por dos opciones. La primera era reivindicar a estos perfiles como propios y exhibir como un éxito la presencia de Podemos en las filas de Sumar. Una posición que, sin embargo, contravenía la decisión del partido de permanecer en segundo plano en campaña para poner toda la responsabilidad de los resultados en los hombros de Yolanda Díaz. La segunda pasaba por renegar de los dirigentes, una circunstancia que tampoco se ha dado de facto: este mismo sábado Belarra estará con Jacinto en un acto sobre vivienda en Pamplona. La formación ha ido por la vía de enmedio, sin grandes alharacas pero sin renunciar a estos perfiles como activos frente a Yolanda Díaz.

Perfiles 'bisagra'

Los perfiles de Álvarez y de Alejandra Jacinto guardan más similitudes: en los últimos meses ambos han sido críticos a nivel interno con la ofensiva abierta contra la líder de Sumar, llegando a mostrar sus dudas sobre la estrategia en las reuniones de dirección. Jacinto incluso llegó a hacerlo públicamente hace apenas dos semanas, en una carta en su blog personal en la que presionaba a favor de Sumar y que utilizó para romper su silencio de varios días tras no obtener representación en la Asamblea de Madrid. Este perfil de 'bisagra' les permite representar tanto a los morados como al proyecto de Sumar, que después del encontronazo con Podemos, que aseguró haber firmado la coalición "sin acuerdo", busca referentes en la formación para apelar al electorado morado.

Alejandra Jacinto y Ione Belarra en Madrid.

Alejandra Jacinto y Ione Belarra en Madrid. / EFE

En el caso del fichaje de Jacinto, los recelos han llegado por parte de Más Madrid, otro de los aliados más sólidos de la vicepresidenta segunda del Gobierno. En Más Madrid recibieron con sorpresa este anuncio de incorporación. La candidata de Podemos a la Comunidad, con la que Mónica García se enfrentó en las urnas hace apenas tres semanas, se convertía en un portavoz autorizado de Sumar. Pese a la buena relación que mantiene García con Yolanda Díaz, tampoco recibieron ningún aviso previo del fichaje.

Escozor en Más Madrid

El escozor es patente, teniendo en cuenta la ofensiva abierta por los morados en la capital, donde centraron la recta final de campaña en atacar duramente a Más Madrid, al que la propia Belarra llegó a tildar de "izquierda cuqui". El papel de Jacinto siempre ha sido más conciliador. La convivencia en la Asamblea de Madrid durante la última legislatura ha sido "buena", según valoran desde Más Madrid. A esto ayudó el hecho de que Jacinto llegase a la arena política una vez superado el shock que supuso en Podemos la escisión de Iñigo Errejón. Jacinto no estaba 'contaminada' por el rencor y los recelos mutuos.

Sin embargo, y pese a la buena tónica existente en los últimos años, donde han llegado a presentar iniciativas conjuntas para fiscalizar al Gobierno de Ayuso, en Más Madrid sí admiten cierta decepción por el cambio que percibieron conforme se acercaba la campaña, cuando se sumó a los ataques al partido, y en concreto a su líder, Mónica García.

Yolanda Díaz y Mónica García.

Yolanda Díaz y Mónica García. / EFE

Lo personal se mezcló con lo político cuando la propia candidata de Podemos aprovechó la polémica en torno al bono social de García para atacarla, tanto en la Asamblea de Madrid como en los propios debates electorales. Además, en los últimos meses en Más Madrid no se ha digerido bien que la portavoz de Podemos en la región haya pasado “más tiempo” acusando a los de García de hacer naufragar los pactos locales o incidiendo con distinto lenguaje en aquello de “la izquierda cuqui” que defendiendo sus propias iniciatvias. Consideran que Jacinto ha estado en el “ataque permanente” con ellos y todavía no se les ha olvidado.