Difícil oposición

Más Madrid y PSOE compiten por sacar la cabeza en una legislatura marcada por la mayoría absoluta de Ayuso

Lobato reúne este domingo a diputados, alcaldes y concejales de la región en un acto de arranque de legislatura en Alcorcón. Más Madrid tiene pendiente un congreso interno en los próximos meses.

El lunes, Ayuso inicia su ronda de contactos con los portavoces de los grupos en la Asamblea de Madrid

Mónica García y Juan Lobato.

Mónica García y Juan Lobato. / EFE

Elena Marín

Suman 54 escaños, pero tienen poco margen de actuación frente a los 70 del PP. Más Madrid y PSOE se enfrentan a una legislatura en la que les va a resultar difícil que se escuche su voz en una región donde la mayoría absoluta del PP copa la Asamblea de Madrid y también el Ayuntamiento de la capital. Ni siquiera está claro aún que el devenir del futuro gobierno nacional pueda permitir a alguno de los dos líderes, Mónica García y Juan Lobato, encontrar un clavo al que agarrarse cuando quieran hacerse notar o que sus propuestas se escuchen. La legislatura pinta difícil para la oposición progresista en Madrid, más aún cuando un frente común de la izquierda contra Isabel Díaz Ayuso parece que queda descartado.

García y Lobato, ambos empatados con 27 escaños aunque con un saldo de casi 6.000 votos a favor de la primera, compiten entre sí desde ya. Para esta nueva etapa, Lobato tiene un arma de ámbito nacional que puede activar en función de sus necesidades, su escaño en el Senado. García, según insisten en su entorno, tiene intención de seguir circunscribiéndose a Madrid, aunque reconocen que tener a dos diputados suyos en el grupo parlamentario de Sumar en el Congreso (Tesh Sidi e Íñigo Errejón) les puede servir en un momento dado.

Sus dos partidos lograron cierto protagonismo en la pasada legislatura a pesar de no tener mayoría para sacar adelante sus iniciativas. La pandemia, las huelgas de la sanidad pública, la proyección nacional de Ayuso por su permanente confrontación con Pedro Sánchez, y sus encuentros y desencuentros con Vox permitieron a ambos partidos encontrar un hueco para asomar la cabeza, pero la mayoría absoluta del PP en las últimas elecciones de mayo ha dejado a estos dos partidos de izquierda sin mucho espacio para marcar agenda.

Reuniones pendientes en Más Madrid

El pasado martes Más Madrid reunió a su grupo parlamentario en la Asamblea para empezar a repartir el trabajo de las primeras sesiones en el parlamento autonómico, que echa a andar este próximo jueves con el primer pleno. Aunque a este encuentro acudió la diputada nacional Tesh Sidi, los de García están aún organizando una cita conjunta con todos sus diputados y los representantes en las corporaciones locales para marcar la estrategia global y el trabajo de esta legislatura.

A esto se suma que están pendientes de su congreso interno, que fuentes de la formación señalan que podría celebrarse antes de que acabe el año. Insisten en que no se prevén grandes cambios en la estructura y tanto Mónica García como Rita Maestre seguirán como los grandes valores de la formación, pero reconocen que tiene que "acomodar y reestructurar la organización" para afrontar la legislatura tras los últimos resultados de las urnas en la región.

El escaño en el Senado de Lobato

Por su parte, Lobato ha convocado este domingo a sus diputados autonómicos y alcaldes para dar inicio al curso político en un acto en Alcorcón. Sin congreso a la vista y a la espera de lo que suceda en la investidura, el líder socialista en Madrid se ha creado un tablero que le permite jugar en el ámbito exclusivamente regional pero también aspirar a no perder el pulso en el nacional.

Lobato incendió a buena parte de su partido este verano cuando decidió autoproclamarse como senador autonómico. Su objetivo es tener proyección "mediática, política y parlamentaria", aseguran fuentes de su formación, que reconocen que Lobato tomó esta decisión "para no quedarse rezagado" en su partido y acceder a un espacio que facilita una mayor interlocución "con los pesos pesados" del PSOE, los que fueron y los que serán si finalmente Sánchez logra formar gobierno. Cuando tomó la decisión aún no se conocía el resultado del 23J y en su entorno admiten que temían que la Asamblea quedara desdibujada y "perdiera foco con una Ayuso sin Sánchez o con una Ayuso dedicada a dar el salto a la dirección de Génova". El Senado se convierte así en "un instrumento más del grupo parlamentario que multiplique el eco de las iniciativas del PSOE en la Asamblea y a su vez sirva de inspiración", y en una plataforma para proyectar los intereses del PSOE madrileño y del propio Lobato.

Ronda de contactos con Ayuso

Respecto a las dificultades de la oposición a la vista, la propia García ha mencionado ya en dos ocasiones esta primera semana de septiembre el "rodillo" del PP contra las propuestas del resto de los grupos, pero los de Ayuso no tienen ninguna necesidad de hacer lo contrario. Este lunes la presidenta recibirá a todos los portavoces de la Asamblea, una reunión protocolaria a la que Rocío Monasterio, líder de Vox en Madrid, asegura que irá "a escuchar" y a la que García y Lobato acuden con propuestas sobre sus temas estratégicos, que previsiblemente tendrán poco eco.

En esta guerra que cada uno de los dos líderes de la izquierda hará por su cuenta, la forma con la que encaran su manera de hacer política será decisiva para marcar su futuro. García acude este lunes a la cita en la Puerta del Sol advirtiendo de que el Gobierno regional se encuentra "desorientado desde el 23J porque la apuesta ideológica de Ayuso se dio de bruces con la realidad" y que no van a aceptar "rodillos" porque quieren ser útiles. Lobato busca lo mismo, pero aun sabiendo que el margen para el acuerdo entre PP y PSOE en la Asamblea es mínimo, apela siempre a la búsqueda del consenso.

La estrategia del PSOE ha cambiado en Madrid desde que Lobato llegó a la secretaría general. Con sus líderes anteriores, desde Ángel Gabilondo a Hana Jalloul, el acuerdo se daba siempre entre los grupos de izquierda. En el último año, el líder del PSOE ha intentado ampliar su electorado por el centro buscando arrinconar a Más Madrid en el ámbito comunista o de una izquierda minoritaria. De momento, eso no le ha servido para alcanzar su objetivo de superar a García, señalan en Más Madrid pero también los críticos en su propio partido. Pero ha logrado al menos mantenerse, contradicen sus defensores.