TODO EN EL AIRE

Ciudadanos bordea la ruptura interna por la negociación con el PP para catalanas y europeas

Las conversaciones siguen en marcha a pesar de las resistencias de los naranjas en Cataluña, que tienen como linea roja la integración con las siglas del PP en exclusiva

Ciudadanos someterá al comité nacional el acuerdo con el PP, pero hay riesgo de implosión si los dirigentes catalanes no asumen lo acordado

El líder de Cs en el Parlament, Carlos Carrizosa, durante una rueda de prensa en el Parlament, junto a la diputada Anna Grau.

El líder de Cs en el Parlament, Carlos Carrizosa, durante una rueda de prensa en el Parlament, junto a la diputada Anna Grau. / EP

Paloma Esteban

PP y Ciudadanos mantienen abiertas sus conversaciones para concurrir juntos en las elecciones catalanas y europeas. El punto de partida es una negociación en ‘pack’ con la idea de cerrar las dos cosas a la vez. Pero la tensión no deja de crecer por varios frentes y está dificultando llegar a un acuerdo. Los escollos son viejos conocidos. El mayor conflicto en este momento está en las discrepancias dentro del partido naranja, que amenazan con hacerlo saltar todo por los aires. O, como mínimo, provocar una ruptura interna si se llega a una solución que no contente a Ciudadanos en Cataluña. 

La cara visible es Carlos Carrizosa, pero el respaldo que tiene detrás es bastante mayor. Los naranjas -que desde 2021 tienen solo 6 escaños en el Parlament tras la histórica victoria de Inés Arrimadas en 2017 (fuerza más votada y 36 escaños)- no ven la integración con el PP.

Para este sector una suerte de coalición o una candidatura amplia que no sean las siglas conservadoras en exclusiva es una línea roja. El secretario general, Adrián Vázquez, al frente de la negociación con Cuca Gamarra, lo sabe. Y su compromiso es lograr “el mejor acuerdo posible”, que será sometido al comité nacional donde están representados los principales dirigentes, incluido el propio Carrizosa, que debe ratificarlo.

Las posturas están muy alejadas. Vázquez pronuncia una conferencia este jueves en Madrid. En su entorno avanzan que no aportará grandes novedades para tratar de encapsular la negociación, y se centrará en el debate de la amnistía y las novedades a nivel europeo. Pero el PP, consciente de la debilidad de los naranjas, cada vez ocupa más espacio en las conversaciones. Desde el primer momento se negaron a valorar cualquier coalición. Y con los días el discurso se endurece, recordando a Ciudadanos “que debe asumir el espacio que tiene y lo que es”, y el hecho de que ni siquiera concurrieron ya a las últimas elecciones generales. “Pedimos que asuman la situación, que vean las ventajas de ir juntos y que entiendan que el PP tiene la fuerza y mantendrá sus siglas”, resumen.

Un punto de vista que en Ciudadanos en Cataluña no comparten en absoluto, convencidos de que los populares “siguen sin entender” el escenario catalán, las limitaciones que precisamente aportan las siglas del PP en solitario y la convicción, insisten, de que Feijóo aspira únicamente a exhibir un crecimiento suficiente (lo hará seguro porque parte de tres diputados) como para lanzar la idea de que van recuperando fuerza en esa comunidad autónoma. 

En otras palabras: que el frente amplio constitucionalista o la candidatura unitaria tiene “muchos adornos” pero “poca generosidad y perspectiva”.

Con estos mimbres está por ver si habrá acuerdo. El PP sigue manteniendo que apurará hasta el final -por eso tampoco habla de candidaturas, lo que está provocando malestar en Alejandro Fernández y otros muchos dirigentes que no entienden la tardanza y la estrategia-, mientras que en la cúpula naranja aseguran que el objetivo real es llegar a un acuerdo a pesar de la resistencia interna.

Eso implica, si el comité nacional da luz verde al acuerdo, que podría haber una ruptura a cuenta de esas negociaciones. Si los naranjas catalanes no aceptan lo acordado -por mucho que Vázquez lo someta al criterio del órgano interno- reconocen algunas fuentes, podría haber una separación de cara a las elecciones catalanas. 

Todo está en el aire. También el acuerdo de las europeas, la otra pata del ‘pack’, y en el que Vázquez es protagonista, además de negociador. El eurodiputado naranja más destacado es precisamente el secretario general y la idea del PP siempre fue contar con él. Como publicó este diario, la colaboración de los dos partidos lleva produciéndose meses, con el frente común desplegado en Europa para tratar de frenar la ley de amnistía. 

Adrián Vázquez cuenta, además, con una potente red de contactos en Bruselas. Y más concretamente dentro de la familia liberal a la que pertenece. La pretensión de Ciudadanos pasa por ir en la lista del PP dejando claro que son dirigentes del ala liberal y con la idea -aquí el otro gran conflicto- de pasarse a la familia liberal tras las elecciones y no permanecer en la de los conservadores. Algo esencial para ellos y que para algunos en el PP constituye un imposible: no ven con buenos ojos que haya diputados que se sirvan de la lista del PP para, después, abandonar el partido.

Lo que desde el lado naranja explican es que el valor de esta unión también está en mantener una pata en la familia liberal, tan importante para las grandes mayorías en el Parlamento Europeo. La cuestión es también cómo queda el tablero electoral tras el 9 de junio en el resto del continente, porque podría producirse un desplazamiento de fuerzas que afectara también al tercer partido de la Cámara.