Un grupo de profesionales trabaja desde hace meses en un proyecto deportivo y turístico en la comarca de Montánchez. "Es un planteamiento opuesto al del almacén de residuos nucleares al que opta Albalá", apunta José Luis Bahón, que es uno de los promotores de la iniciativa, que ya se ha presentado a la Consejería de Turismo y a la dirección general de Empresas. "Esta es una comarca limpia, debido, desgraciadamente, a su déficit de desarrollo", comenta Juan Rosco, piloto y coordinador del proyecto, déficit que se quiere invertir aprovechando "su riqueza natural", añade Rosco, y sin que la comarca deje de ser limpia.

El proyecto vincula turismo y deporte: senderismo, escalada, tiro con arco, raid, paracaidismo, parapente..., además de alojamientos turísticos (un poblado vacacional). Una de las ideas que se recoge en la memoria es que si el ecoturismo ha tenido un desarrollo significativo en el norte de la provincia, también puede tenerlo en el sur de Cáceres y el centro de Extremadura, que tiene un potencial natural destacado (la cercanía del parque natural de Cornalvo, de los espacios naturales de los Llanos de Cáceres y de la Sierra de San Pedro o de la sierra de Montánchez...), además de su proximidad a centros históricos (Cáceres, Mérida, Trujillo...), que se completaría con la oferta de las actividades deportivas que se pretenden implantar con esta iniciativa empresarial.

Bahón, que fue gerente de Costa Ballena (el complejo turístico gaditano), destaca la atención que se ha prestado al factor medioambiental para planificar el proyecto, "cumple todos los certificados que son garantes" del respeto al medio ambiente. "Se va más allá de un cumplimiento estricto de la normativa medioambiental". El desarrollo completo de toda esta iniciativa deportiva y turística generaría 400 empleos directos, en su mayoría serían para monitores de las acciones deportivas, podría ser utilizado al mismo tiempo por dos mil usuarios entre las diferentes actividades y la inversión que se necesita rondaría los 60 millones de euros, según cálculos de los promotores de la iniciativa.

La obra civil más importante y de mayor coste que se tendría que ejecutar es un aeródromo para las actividades de deporte aéreo, además está previsto que el campo de vuelo se pueda utilizar para actividades complementarias, como sanitarias o de lucha contra incendios (entre los profesionales vinculados al proyecto hay una campeona de Europa de paracaidismo deportivo).

Valoración de los técnicos

Para financiarlo, además de la participación privada, se confía en disponer de fondos públicos para el desarrollo comarcal, en especial de partidas europeas. "Esperamos que antes de fin de mes tengamos la valoración de los técnicos de la dirección general de Empresas de la Junta para conocer a qué ayudas se puede optar para cada una de los actividades", explica Juan Alcázar, alcalde de Montánchez, que resalta que se trata de una iniciativa que busca "el desarrollo económico de la comarca, aprovechando sus recursos".

Alcázar comenta que también se cuenta con el apoyo de Adismonta (Asociación para el Desarrollo Integral de Montánchez y Tamuja) y recuerda que el núcleo principal de las actividades se desarrollaría en tres zonas: entre Arroyomolinos y Almoharín, entre Montánchez, Alcuescar y Albalá y en la dehesa de las Torres. Toda esta iniciativa deportiva y turística sería incompatible con la instalación de un cementerio de residuos nucleares, puntualiza el alcalde, porque "¿quién vendría a pasear a caballo por esta dehesa con un ATC (almacén temporal centralizado)?", se pregunta.

El proyecto se ha presentado a casi todos los alcaldes de la mancomunidad y se pretende que la fuente de financiación inicial sean "los fondos europeos de desarrollo local", explica Rosco, quien añade que entre la propuesta para el desarrollo de toda la actuación está la constitución de una empresa de carácter mixto para dar entrada al capital privado.

El proyecto contempla el desarrollo de más de medio centenar de actividades deportivas, que son independientes, lo que permite ejecutar el proyecto por fases. "Cada actividad debe ser rentable por sí misma", detalla Bahón, que manifiesta que la ubicación específica de cada una de las actividades deportivas "se definirá a posteriori con un estudio de campo", teniendo en cuenta que todo lo que se proyecta es "compatible con las actividades ganaderas, agrícolas y medioambientales".

A la actividad deportiva se añadiría la turística, con los alojamientos rurales y hoteleros, y las actividades auxiliares que generaría la prácticas de los deportes.

Un turismo alternativo

En la memoria del proyecto se apunta que existe un aumento considerable de peticiones para vacaciones de turismo de interior y que esta iniciativa se apoya además en el potencial del turismo de aventura, con áreas de recreo, y del turismo cultural y gastronómico, unido a la oferta de alojamientos y a la recuperación de espacios naturales.

Otra de las ideas que se recogen dentro de la memoria del proyecto es que el deporte se puede utilizar para "hacer el producto turístico más atractivo, al promocionar y desarrollar un producto más diversificado ampliamos las posibilidades de atraer nuevas fuentes de mercado". También se apunta que algunos deportes que se pretenden implantar "atraen a turistas durante los meses de temporada baja, que es cuando las infraestructuras están infrautilizadas, ayudando en la tarea de desestacionalización".