El coordinador general de IU en Extremadura, Pedro Escobar, ha reconocido finalmente que la dimisión, el pasado domingo, de la mitad de los miembros de la Presidencia regional no se debe a una reorganización interna de la coalición, sino a discrepancias de miembros de ese órgano con la política que está llevando a cabo el grupo parlamentario, tal como defendían los dimisionarios y ayer publicó este diario.

La rebelión --término que Escobar rechaza-- en IU, y que el coordinador regional ha querido ocultar durante dos días, ha sido corroborada por algunos de los 8 dimisionarios, quienes le habían remitido sus escritos de cese antes de la reunión del pasado día 27. Una de las pruebas palpables del malestar en la dirección regional es la carta de renuncia remitida el pasado jueves por uno de los representantes de Mérida, concretamente Rafael González (foto de la derecha). En la misma, que ha sido colgada en Facebook, González reprocha a sus compañeros el que no existan órganos, que estos se reúnan lo mínimo "y cuando así lo hacen y deciden algo, no se ejecuta".

Entre los ejemplos que cita el representante emeritense está el haber permitido que Beatriz Maesso presida la tele autonómica sin que previamente lo hubiera decidido el consejo político regional; el que le negara Escobar que se había reunido con el candidato de Siex, Antonio Vélez, para ofrecerle encabezar la lista de IU por Mérida; o haberle dicho que la periodista Carmen Hernández-Mancha trabajaba desinteresadamente para la coalición, "y estaba liberada desde enero del 2011".

Para Rafael González, Escobar y el secretario de Organización, Joaquín Paredes, pretenden "convertir una organización (IU) en su cortijo", acusándoles de elegir a dedo a los liberados "de entre sus amigotes". Sobre Paredes, concejal por Trujillo, también alude irónicamente a los resultados de las últimas elecciones, donde perdió un tercio de los votos logrados en las municipales.

EXIGENCIAS DE LOS CRÍTICOS

Aunque el coordinador regional de IU desvincula también las dimisiones de la tramitación de los presupuestos para el 2012, los críticos con su gestión han puesto tres condiciones a los diputados de la coalición para abstenerse en la votación: una mayor presión fiscal a través de las rentas del capital y a los beneficios de las empresas, si bien estos impuestos no están al alcance de ninguna administración autonómica; un plan de empleo público para que los ayuntamientos hagan contratos de un año, lo que permitiría generar prestaciones por desempleo (ese plan tendría carácter municipal y cada ayuntamiento determinaría las necesidades y, sobre ellas, se ajustaría el número de beneficiarios); y un aumento de la inversión en servicios sociales: Educación, Sanidad y Dependencia.

Si alguna de ellas se incumple, el sector crítica afirma que la agrupación de diputados IU-Siex debería votar en contra de las cuentas del PP. Para votar a favor de los presupuestos, además de las tres cuestiones citadas, se tendría que incluir la renta básica contra la exclusión social, "que fue uno de los mandamientos que exigimos al PP para abstenernos en la investidura".

Si no se cumple ninguno de los cuatro puntos "hay que votar en contra, caiga quien caiga y pase lo que pase", señaló el crítico Manuel Sosa, concejal de Badajoz, "ya que nuestra coherencia en política se llama programa, y si nuestro programa no está reflejado en los presupuestos, no se pueden aprobar".

Los discrepantes defienden a la vez la idea de que no pueden admitir recortes presupuestarios. "Fue una de nuestras promesas electorales y de ahí no podemos bajarnos. Además, en ningún sitio está escrito que debe haber disminución del presupuesto. Y hay ejemplos: Baleares, gobernada por el PP, subirá un 8% sus presupuestos en 2012; o Navarra, gobernada por Unión del Pueblo Navarro, socios del PP, también los incrementará un 1%".

Finalmente, los dimisionarios consultados por este diario no harán públicas sus razones hasta después de que lo hagan en el Consejo Político Regional, que debe convocar Pedro Escobar. Unicamente el concejal placentino Luis Ranilla ha señalado que su dimisión responde exclusivamente a una cuestión de "organización interna".

Escobar, por su parte, asegura que se ha puesto ya en contacto con los coordinadores locales de Badajoz, Cáceres, Mérida y Plasencia --agrupaciones a las que pertenecen los 8 dimisionarios-- para que designen quiénes serán los representantes en la Presidencia regional, ya que su intención es que las cuatro principales ciudades "estén representadas".