La crisis está pasando factura al Instituto Tecnológico de Rocas Ornamentales y Materiales de Construcción (Intromac), dependiente de la Junta. Su presupuesto se ha ido reduciendo paulatinamente desde el 2009, pasando de 2,5 millones de euros en los años de bonanza, a 1,8 millones de cara a este 2012. De hecho, la Administración regional ha reducido en un 15% su aportación a este centro de referencia este año, hasta situarla en 662.000 euros. Esta cifra está incluso por debajo de lo que el instituto recibió en el ejercicio 2000, el año de su inauguración. Entonces tenía 12 trabajadores; hoy son una treintena.

También la facturación por servicios a empresas ha descendido. "Es la línea económica que más se ha resentido, por la mala situación del sector de la construcción", explica su gerente, Manuel Martín.

Todo ello se traduce en ajustes operativos y modificaciones en los proyectos. "Ninguna línea de investigación se ha paralizado, pero sí hemos tenido que reorientar alguna", admite su responsable. También ha tenido un coste en personal, con la extinción de puestos de trabajo y despidos. Hoy quedan 29 trabajadores en la plantilla del Intromac, incluidos tres investigadores con proyectos temporales y uno cuya beca está a punto de terminar y seguramente no se renueve. Hace un año eran 41.

El panorama es sombrío, dados los recortes en las convocatorias nacionales y regionales de ayudas a la I+D+i , pero en Intromac confían en recuperar el pulso poco a poco. Para ello están apostando por nuevos campos de trabajo (como aplicar la nanotecnología y la biotecnología en la construcción), están colaborando con otros centros de investigación o están compitiendo por fondos de convocatorias europeas.