Centenares de personas despidieron ayer por la tarde en la iglesia de Santa María del Valle de Villafranca de los Barros a Catalina Tolosa Morán, que perdió la vida el día anterior a manos de su marido. Muchos vecinos de esta localidad, así como de pueblos cercanos, se acercaron a las siete de la tarde al funeral y acompañaron a los cuatro hijos que tenía el matrimonio, que estaba en trámites de separación. Los familiares se encontraban visiblemente conmocionados y protagonizaron escenas de dolor.

El coche fúnebre llegó al templo procedente del tanatorio Tierra de Barros de la localidad, donde se estableció la capilla ardiente tras la llegada al mediodía del cuerpo sin vida de la mujer asesinada, que había sido trasladado el día anterior al Instituto de Medicina Legal de Badajoz para realizarle la autopsia.

A la iglesia se acercaron, entre otras autoridades, el delegado del Gobierno en Extremadura, Germán López Iglesias, el consejero de Salud y Política Social del Gobierno extremeño, Luis Alfonso Hernández Carrón, la directora del Instituto de la Mujer de Extremadura, María José Ordóñez y el alcalde de Villafranca de los Barros, Ramón Ropero.

Por la mañana, durante la concentración ante el ayuntamiento, el consejero señaló que pese a que la víctima había presentado denuncia y a que la juez había decretado una orden de alejamiento, el presunto homicida se la había saltado. Mencionó además que se habían activado todos los procedimientos y protocolos de ayuda a las víctimas a través de la Oficina de Igualdad de Villafranca de los Barros y el Punto de Atención Psicológica de Almendralejo pero, a pesar de todos los esfuerzos y de todas las medidas, el asesino consiguió perpetrar un acto de estas características, de ahí que el Gobierno regional haya querido involucrarse más en la lucha contra esta lacra social.