El Banco de Leche Materna ubicado en Mérida ha cumplido un año desde su inauguración en julio de 2012. Su apertura fue posible gracias al equipo que trabaja al mando de José María Brull. El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad sacó a concurso una beca destinada a proyectos de Salud sexual y reproductiva, por lo que decidieron presentar un proyecto y una memoria y después de meses de papeleo se les concedió el dinero para montar el banco, que se financió por completo con el dinero de la ayuda.

El balance del primer año de funcionamiento del banco es muy bueno. No tenían muchas expectativas puesto que es algo aún desconocido y nuevo en la región. "El Banco de Sangre era ya algo más conocido, pero con el de leche, la necesidad la creamos nosotros. No había costumbre en prescribir esto en vez de las leches de fórmula, lo que nos costó inculcar a los pediatras. Pero ya la va habiendo y tendremos que apretar más el acelerador" comenta Brull. Hasta el momento el Banco de Leche ha podido cubrir sin problemas las necesidades de que han requerido desde los distintos hospitales de la región.

José María Brull explica que el principal reto al que se enfrentan es la contaminación de la leche. Esto se produce por una mala limpieza del sacaleche que se utiliza para la extracción, "es importante que lo limpien bien, porque puede quedarse leche en los conductos y a temperatura ambiente pueden crecer gérmenes. También les decimos que no se laven en exceso el pecho, porque pueden quedar restos de jabón y eliminar la microflora de la piel, ya no sólo por la leche que nos donan, sino por su propio hijo", explica el responsable del centro extremeño.

VENTAJAS La mayor parte de las donantes de leche son mujeres concienciadas con la lactancia materna y sus ventajas con respecto a la salud del bebé. Las matronas de atención primaria están cumpliendo una gran labor; ellas son las que animan e informan a las mujeres que van o que son madres de la existencia del Banco de Leche y les explican los pasos a seguir, el destino de la leche, la necesidad que se tiene de ella para ofrecerla a bebés que no pueden tomarla porque son prematuros o sus madres no tienen la posibilidad de darles el pecho.

Las matronas están enseñando a dar el pecho, pues como explicaba Brull, una gran parte de las mujeres que se han convertido ahora en madres vienen de la generación del biberón y de la leche de fórmula, por lo que sus progenitoras no pueden enseñarles a dar el pecho correctamente. Se está intentando quitar ese tabú que existe alrededor de la lactancia materna, que hasta hace poco no era muy bien vista en algunos sectores sociales. Las matronas --como Remedios Vázquez, quien ha animado a varias donantes-- son las que están intentando volver a esta práctica tan sana y tan recomendable. Las donantes en su mayoría son madres con experiencia, que ya le han dado el pecho a sus anteriores hijos; aunque cada vez lo hacen más madres primerizas.

El gesto de la donación puede mejorar la calidad de vida de muchos niños e incluso fomentar la recuperación en los casos de operaciones. Donar es muy sencillo puesto que el Banco de Leche te proporciona un kit con todo lo necesario: desde el sacaleche, hasta los biberones donde se guarda y congela. Cada 1 o 2 semanas los servicios de hematología de los distintos hospitales de la región la recogen y mantienen congelada para no perder la cadena de frío y el Banco se encarga de ir a recogerlo. "Lamentablemente no podemos recogerla nosotros a las madres directamente, que sería lo óptimo" indica Brull.

El Instituto Agroalimentario Extremeño está llevando a cabo estudios pioneros para cambiar el método de conservación de la leche del banco. Actualmente la leche, después de pasar por un cultivo microbiológico,