Después de 56 años vendiendo cupones en la Organización Nacional de Ciegos de España (Once), Andrés dice abiertamente que vive muy bien. "De puta madre", expresa. Su pensión es de las más altas que se cobra en Extremadura, "ronda los 2.000 euros; para eso he trabajado toda mi vida". Aun así critica la subida de los precios. Dice que no lo necesita, pero precisa que los cambios en el pago de las medicinas está afectando a muchos pensionistas. "Si no es necesario que suban las pensiones 20 euros, lo que hace falta es que no haya que pagar cosas tan básicas como las medicinas, eso sí que hace daño", lamenta. Pide además que debería haber más ayudas para quienes no cobran o tienen pagas mínimas.