Carmen Macedo es del barrio pacense de San Roque, pero desde el 2009 vive en Münster (Alemania). Por el momento no se plantea volver a Extremadura aunque tampoco lo descarta. "El destino fue completamente aleatorio. Me vine al terminar la carrera con una beca de asistente de conversación y me quedé porque encontré trabajo", apunta. Licenciada en Filología Alemana por la Universidad de Sevilla, trabaja como profesora de español en el centro Montessori-Gesamtschule en Borken. También es tutora de un curso y coordinadora de un proyecto Comenius de intercambio escolar con el IES Castillo de Luna de Alburquerque.

Como ya había estudiado alemán y vivido en Berlín gracias a una beca Erasmus, a Carmen no le resultó difícil adaptarse, pero cuenta que una de las cosas que más le costó fue conseguir el reconocimiento del título universitario: tuvo que hacer un Referendariat, un curso especial de un año con 10 exámenes prácticos.

Su vida social en Münster es "la más normal del mundo". Poco a poco se ha hecho un grupo de amigos y aunque sabe que hay muchos, apenas conoce a los españoles de la ciudad. "Los escuchas cuando vas en bici por la Promenade --una avenida solo para bicicletas--, pero con la rutina del trabajo me queda poco tiempo para mis propios amigos", apunta. Eso sí, reconoce que allí "tener un mejor amigo es como tener un diamante, difícil de conseguir pero muy valorado". Carmen viajó el año pasado a Extremadura con su "familia alemana" (sus compañeros y su jefe) y asegura que la experiencia fue muy gratificante para todos. "Les encantó ver mezclada la naturaleza con la vida social, y sobre todo la comida. También las ciudades, que dijeron que son monumentos enteros", afirma.