Paso en firme para el regadío de Tierra de Barros. La Junta y la comunidad de regantes constituyeron ayer la mesa de trabajo que determinará las acciones a seguir para "llevar a buen puerto" el proyecto de reconversión de 15.000 hectáreas en la zona de Almendralejo, cuya continuidad estaba en el aire por la falta de fondos. En el encuentro se marcaron las líneas de trabajo para el 2016, que pasan por la elaboración del estudio de viabilidad y la búsqueda de financiación con el objetivo de que a finales de este año o principios del 2017 pueda licitarse el proyecto. La inversión prevista es de 150 millones cofinanciados al 50% por el Gobierno autonómico y los 1.500 agricultores implicados. El presidente de la comunidad de regantes, Isidro Hurtado, explicó que la constitución de esta mesa de trabajo es "muy importante y positiva", ya que constata el apoyo del Ejecutivo a un proyecto impulsado en la anterior legislatura y que tras el cambio de gobierno se había visto amenazado por la falta de fondos.

En la reunión estuvieron presentes la consejera de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio, Begoña García Bernal; el director general de Desarrollo Rural, Manuel Mejías, y los representantes de la comunidad de regantes. El equipo de la consejería informó a los agricultores de los pasos a seguir para poder ejecutar el proyecto, que ahora pasan por la licitación del plan general de transformación y la búsqueda de financiación. El plan general de transformación es un estudio que analizará la viabilidad económica, social y medioambiental del proyecto, tal y como exige el Ministerio de Agricultura para que sea declarado de interés general. García Bernal informó que se abordará cuando se aprueben los presupuestos de la Junta, ahora en fase de negociación con la oposición.

En cuanto a la financiación, detalló que su departamento mantiene contactos con el Banco Europeo de Inversiones para buscar los 75 millones que el Ejecutivo regional tiene que aportar, toda vez que las partidas de deuda histórica con las que inicialmente se iba a financiar el proyecto no han llegado. Los regantes por su parte, han iniciado conversaciones con los bancos.

En la reunión de ayer, ambas partes se emplazaron también a visitar los nuevos regadíos que se han puesto en marcha en Navarra, que funcionan a través de concesiones, para ver si el modelo pudiera exportarse a Tierra de Barros. Con el plan de trabajo que se ha marcado, el objetivo es que el proyecto para la transformación de las 15.000 hectáreas pueda licitarse a finales de este año o principios del próximo y que las obras pudieran arrancar en el 2017.

CONTINUIDAD El presidente de la comunidad de regantes, Isidro Hurtado, explicó que el encuentro celebrado ayer en Mérida es "muy importante y positivo" para los agricultores, pues viene a ratificar la continuidad del proyecto tras el "parón" que sufrió con el cambio de gobierno. "Se ha dado el paso definitivo para que arranque", indicó. A su juicio, los regadíos de Tierra de Barros serán una de las actuaciones más importantes que se acometan a lo largo de esta legislatura, ya que implica a una docena de municipios, 1.500 agricultores con sus familias y 15.000 hectáreas de riego. En relación a estas últimas, Hurtado aseguró que se han solicitado hasta 22.000, lo que a su juicio demuestra "el grado de implicación" de los agricultores con el proyecto.

Cabe recordar que los regadíos de Tierra de Barros y Monterrubio de La Serena (3.000 hectáreas) se pusieron en marcha bajo el Gobierno de José Antonio Monago, que pensaba invertir en ellos 50 millones de euros procedentes de la deuda histórica. El proyecto elaborado en la anterior legislatura incluía "dos límites": que los costes de inversión para los agricultores no superaran los 6.000 euros por hectárea y los de explotación los 300. Pero el acuerdo con el Ministerio de Hacienda sobre la deuda histórica no se llegó a firmar y tras las elecciones, el Ejecutivo de Guillermo Fernández Vara dejó en el aire la continuidad del proyecto ante la inexistencia de medios económicos. Finalmente, la constitución de la mesa de trabajo con los regantes constata que se reactiva y sigue adelante.