Según los datos de Cooperativas Agro-alimentarias de España, la superficie cultiva de maíz ha bajado este año un 12,85%, pasando de 56.224 a 49.000 hectáreas, un fuerte descenso, pero menor que el contabilizado en el conjunto del Estado, donde ha caído un 20,4%. A diferencia de los cereales de invierno, donde Extremadura apenas supone un 2,8% de la producción nacional, lejos de otras regiones como Castilla-La Mancha, Aragón y, especialmente, Castilla y León, en el cultivo de maíz la región concentra un 17% del total, solo superados por los castellanos y leoneses. "¿Por qué baja tanto? Pues porque no es rentable", resume José Cruz, secretario de Agricultura de UPA-UCE.

Por lo que respecta a los cálculos de producción, las previsiones son de una bajada del 4,1% en Extremadura, de 562.239 toneladas a 539.000. No obstante, Cruz señala que estos datos son aún muy provisionales. En este sentido, desde esta organización agraria se estima que los agricultores tendrán que roturar de nuevo más de 2.000 hectáreas de superficie de maíz --"Y posiblemente nos quedemos cortos", dice Cruz-- a causa de las últimas lluvias, que han hecho que la semilla se pudra. Esto va a suponer no solo un coste adicional para los productores de unos 400 euros por hectárea, sino también una bajada de la producción, al tener que iniciarse de nuevo el ciclo de la planta y tener que ser este ahora más corto. "A medida que acortas el ciclo los rendimientos suelen bajar", detalla Cruz.