La misiva enviada por Fuentecapala a los trabajadores que ahora quiere despedir recuerda que llevan más de medio siglo de actividad industrial y liderazgo en la producción de moda masculina. En su carta aluden a la necesidad de cerrar la planta morala para dejar únicamente operativas las actividades de valor añadido de diseño, márketing, ventas y distribución. Tras aducir que el mercado de la moda ha sufrido una importante transformación, echa la culpa de esa crisis al "empobrecimiento de las clases medias", y critica el hecho de que producir en España "al no estar adaptada a temporalidad del negocio", conlleva pérdida de competitividad que impide seguir produciendo en Navalmoral. Asimismo, señala que ha tratado de mantener los puestos de trabajo en esa población "por ser parte de su sello de identidad", pero que no ha sido finalmente posible tras no conseguir "para el sector y la empresa el apoyo de las instituciones públicas". Finalmente, recuerda que las reestructuraciones acometidas han sido llevadas a cabo "sin ningún tipo de ayuda", sino con recursos propios.