No es solo los valores religiosos o morales que se ofrecen, es también una cuestión de prestigio». Así lo lanza Ángel Borreguero, portavoz en Extremadura de la Concapa, la Confederación Católica de Padres de Alumnos, los representantes de la escuela concertada. Ayer se inició el proceso de escolarización en la comunidad (hasta el 27 de abril) y ha venido acompañado de polémica porque, según Borreguero, «no existe verdadera libertad a la hora de elegir centro».

Lo que este colectivo pide es que se elimine la zonificación, esto es, que se suprima el dar más puntos a las familias que viven cerca del colegio. «No tiene sentido que yo no pueda elegir uno en concreto porque no resido en el barrio. Eso no es libertad», insiste.

Esa división por zonas, tal y como explican desde la consejería de Educación de la Junta, se da en las localidades de Badajoz, Mérida, Cáceres, Plasencia Almendralejo, Villanueva de la Serena y Montijo cuando se trata de Infantil y Primaria; y en Badajoz, Mérida y Cáceres en el caso de Secundaria. En el resto no es necesario. El objetivo es claro: el beneficio de acudir a un centro cercano al domicilio familiar.

No obstante, este argumento no convence a los padres de la concertada, que exigen que desaparezcan lo que ellos consideran barreras a la hora escoger la educación de sus hijos. Pero además, envían otra reclamación: que empadronar a los niños en el domicilio de los abuelos sea legal. «Al fin y al cabo, son prácticamente ellos los que recogen a los nietos, porque es la manera de conciliar, así que lo lógico sería que el colegio esté cerca de sus casas».

«JUGAR LIMPIO» / Precisamente antes de ayer, el secretario general de Educación de la Junta, Rafael Rodríguez de la Cruz, pidió a los padres «jugar limpio» a la hora de elegir centro, puesto que a veces se detectan irregularidades en el empadronamiento (la Administración regional puede actuar de oficio si tiene indicios).

Otras de las razones que defiende Borreguero para poder optar sin problemas a una educación concertada es que «en estos centros se entra en Infantil y hay continuidad hasta Bachillerato, de manera que los hermanos pueden estar juntos siempre en el mismo sitio y es más fácil conciliar». No obstante, la realidad es que en el modelo concertado-privado no siempre hay Secundaria y Bachillerato y, además, cuando se llega a la última etapa desaparece el concierto, esto es, los padres deben pagar por la educación, por lo que un alto porcentaje pide traslado a un instituto público.

La otra visión / Desde la Freapa (Federación Extremeña de Asociación de Padres), su portavoz, Joaquín León, resume así las peticiones de la Concapa: «No se puede hacer una escolarización a la carta para beneficiar a unos pocos que consideran un tipo de educación mejor que otra. Lo que no puede es reivindicar derechos solo para algunos».

«¿Y los que no tienen abuelos? ¿Y los que no tienen familiares que les puedan ayudar? -continua León- Para conciliar hay otras fórmulas, como las aulas matinales o los comedores escolares, por ejemplo. Y establecer la zonificación es una facilidad más para las familias».

El portavoz de Freapa prosigue: «Los niños tienen que estar empadronados en su domicilio familiar porque así lo recoge el decreto que fue aprobado por toda la comunidad educativa. No podemos saltarnos la norma a conveniencia. Y no podemos olvidar que los abuelos no son los padres».

«Nosotros siempre vamos a estar en contra de la escuela concertada porque no dejan de ser negocios privados que se instalan donde saben que va a ser rentables y que además reciben dinero público», apostilla.

Desde la consejería de Educación y Empleo, manifiestan: «No se van a introducir cambios en el proceso de admisión del alumnado porque no procede». De ese modo zanjan la polémica y la petición.

Este año la única novedad es que se crearán listas de espera en los centros con mayor demanda, por si antes de que acabe el plazo hay alguna baja y otra familia puede acceder.

Lo que sí puntúa / Los criterios para obtener más puntos siguen siendo los mismos de cara al próximo curso escolar (hermanos allí estudiando, proximidad al domicilio o lugar de trabajo, nivel de renta familiar, si el alumno tiene alguna discapacidad, si son familias numerosas o si el alumno padece alguna enfermedad crónica).

No obstante, desde la Concapa, su portavoz reitera que seguirán peleando por la eliminación de zonas, sobre todo en ciudades como Badajoz o Cáceres, donde surgen los mayores problemas a la hora de acceder al colegio deseado.