Más compromiso pero no a la altura de lo recogido en los presupuestos. El Gobierno central solo ejecutó el año pasado la mitad de los fondos que tenía consignados en sus cuentas para realizar inversiones en el tren extremeño. Así, a las obras de la alta velocidad se destinaron 139 millones de euros, el 53% de lo comprometido, y a la mejora del ferrocarril convencional otros 4,7 sumando las partidas de Renfe y Adif, apenas el 49,7% del total previsto. Los datos han sido facilitados por la Intervención General de la Administración del Estado y están recogidos en el Informe Socioeconómico 2018 del Consejo Económico y Social de Extremadura (CES), que cifra en 114 millones la cantidad global que el Ejecutivo dejó de invertir el año pasado en Extremadura.

Los presupuestos del Estado para 2018 (últimos aprobados) recogieron un notable aumento de la inversión para la línea de alta velocidad Madrid-Extremadura, en concreto 261 millones de euros, 78 más que en 2017. Se trataba de la mayor cifra desde el año 2010 y una muestra del renovado impulso que el Ejecutivo socialista de Pedro Sánchez pretendía dar a un proyecto que lleva 10 años en obras y que ha sufrido reiterados parones, además del hartazgo de la sociedad extremeña.

Ahora, los datos recogidos por el CES evidencian que de esos 261 millones de euros solo 134,9 (el 53%) han llegado finalmente a licitarse. El dato supone un retroceso respecto al año anterior, cuando la ejecución de estas partidas alcanzó el 60% y la inversión los 183 millones, aunque sí parece que el Gobierno sigue en la senda del compromiso de mejora que el Ejecutivo de Mariano Rajoy adquirió a partir del 2016. Ese año, la inversión en el AVE extremeño tocó suelo al gastarse apenas 53 millones (el 26%) de los más de 200 que se prometieron. Frente a ello, como ya se ha mencionado, en el 2017 la ejecución alcanzó el 60% y en 2018 se ha quedado en el 53%.

En cuanto a la inversión en la red de ferrocarril convencional, los datos del CES evidencian que las cifras de ejecución presupuestaria mejoran de forma significativa. Por lo que respecta a Adif, para 2018 planificaba inversiones por valor de 6,07 millones de euros en Extremadura, un dato que finalmente se ha quedado en 2,73. La ejecución de estos fondos es del 45%, todo un logro si se tiene en cuenta que en el 2017 la inverstión se quedó en el 17% (se gastaron apenas 643.000 euros de 3,7 millones) . Renfe, por su parte, contaba para el pasado ejercicio con un presupuesto de 3,6 millones de euros, de los que ha gastado 1,97, el 54% del total.

114 MILLONES MENOS / Teniendo en cuenta todos los ministerios y no solo Fomento, los datos recogidos por el CES evidencian que el Gobierno central dejó de invertir el año pasado 114 millones en Extremadura. La inversión total prevista ascendía a 363,93 millones de euros, pero de esta cantidad solo se ejecutó el 60,39%, es decir, 219,77 millones. Son, no obstante, la cifra más alta de los últimos ejercicios: en el 2017 el Estado gastó 200 millones en Extremadura (el 70% de lo presupuestado) y en 2016 algo más de 160 (el 47%). Aunque el grueso de estas cantidades se destina a las obras del AVE, también se incluyen en estas inversiones cuestiones relacionadas con el turismo, las infraestructuras agrarias, las cuencas hidrográficas o la seguridad y los centros penitenciarios.

Por comunidades, según detalla el CES, la mayor inversión realizada en 2018 fue para Madrid, que a pesar de no contar con la mayor dotación inicial, ha recibido una inversión total de 1.122,73 millones de euros, seguida por Andalucía, Galicia y Castilla y León. De hecho, entre estas cuatro regiones acumulan el 57,8% de la inversión del Gobierno central en el año 2018.

En estos términos porcentuales Extremadura ha recibido el 3,05% de la inversión realizada por el Estado el pasado ejercicio y es la novena región según el porcentaje de ejecución en su territorio sobre el total de comunidades autónomas. En términos de inversión real por habitante,

Extremadura recibió 204,84 euros, frente a los 154,33 que arroja la media del resto de comunidades autónomas.