Tercera reforma ‘exprés’ del Reglamento de la Asamblea en apenas tres meses. Los diputados integrados en una coalición electoral no podrán formar un grupo parlamentario propio y si deciden marcharse o son expulsados del suyo, automáticamente pasarán a ser diputados no adscritos. Un cambio que tiene consecuencias directas en las retribuciones que reciben de la Cámara. La reforma se recoge en el apartado primero del artículo 39 y según explicó el portavoz socialista, Jorge Amado, se trata de una medida «antitransfuguismo» que busca establecer «un cortafuegos para los mercaderes de la política».

«Apostamos sin ambigüedades por la transparencia y las buenas prácticas del parlamentarismo», defendió. El cambio, aprobado una vez más por el procedimiento de lectura única, ha sido promovido por Podemos, que es a quien afecta de lleno porque es la única coalición electoral del hemiciclo: su grupo cuenta con dos diputados de la formación morada, uno de IU y otra de Extremeños. De hecho, esta última, Lorena Rodríeguez, votó en contra de la reforma, al igual que el PP.

En declaraciones a Efe, Rodríguez matizó que no tiene intención de romper la coalición y que tampoco le consta «oficialmente» que sus compañeros quieran hacerlo, pero sí detalló que si se rompiera, a partir de ahora el diputado que sale del grupo no tiene ni liberación ni voz ni voto, lo que a su juicio «perjudica el proceso de participación de un cargo público elegido en un proceso democrático». Por su parte, la portavoz de Podemos, Irene de Miguel, consideró que se trata de una reforma «importante e imprescindible para el refuerzo de la cultura democrática». Según dijo, en los términos en los que estaba redactado hasta ahora, el reglamento ponía «una alfombra roja al transfuguismo», un fenómeno, que «causa una sensanción de fraude» entre la ciudadanía.

MENOS PRErrogativas / La reforma aprobada ayer viene a derogar el cambio que se introdujo hace dos legislaturas gracias a un acuerdo entre el PSOE e IU y devuelve el artículo 39 a la redacción anterior. Hasta ahora, los diputados que abandonaban un grupo parlamentario podían crear uno propio (si son más de tres) o conformar el Grupo Mixto, que es lo que hicieron los dos representantes del Prex-Crex cuando rompieron con el PSOE en el año 2013.

Sin embargo, a partir de ahora los diputados que habiendo formado parte de una coalición se marchen o sean expulsados de esta, automáticamente pasarán a ser diputados no adscritos. Un cambio que tiene consecuencias por ejemplo en la asignación económica que reciben de la Asamblea, las cuotas de representación o el personal de confianza.

CRÍTICAS DEL PP / En este contexto, el diputado del PP Fernando Manzano criticó «la relación de Pimpinela» que mantienen el PSOE y Podemos y les acusó de modificar el Reglamento de la Cámara en función del interés de sus partidos en cada momento. «¿Por qué no dice que lo que quiere es expulsar a alguien de su grupo parlamentario?», dijo Manzano a De Miguel para después recordar al diputado de IU, Joaquín Macías, que «la hemeroteca dice que el PSOE ha maltratado a IU históricamente».

«¿Qué otra modificación puntual nos van a traer para que volvamos a retorcer el reglamento?», insistió Manzano. «Llámenlo rodillo si quieren, nosotros lo seguiremos llamando democracia», le replicó el socialista Jorge Amado, que recordó entre los años 2011 y 2015 el PP e IU también introdujeron modificaciones.

Cabe recordar que esta es la tercera reforma del reglamento que se aprueba en esta legislatura. El pasado pleno ya se modificó el apartado tres del artículo 119, referido al nombramiento del letrado (que ahora se concreta más por seguridad jurídica) y en julio se añadió una disposición transitoria para que Unidas Podemos pudiera estar representada en la Mesa con una secretaría.

En definitiva, una batería de reformas exprés (todas tramitadas por el procedimiento de lectura única, que no acepta enmiendas parciales de los grupos) que pone de manifiesto la necesidad de abordar el asunto con mucha más profundidad. Un aspecto en el que coincidieron todos los grupos porque tal como defendió el diputado de Cs Fernando Baselga, «un reglamento es algo vivo, pero no tanto que se nos escurra entre las manos».