Una cabalgata de Reyes inclusiva y que todos pudieran disfrutar. Por primera vez en Badajoz, un tramo del recorrido se realizó sin música ni sirenas para que las personas con autismo, especialmente los niños, no tuvieran problemas en sumarse al recibimiento que le brindó la ciudad a sus Majestades de Oriente. Esa fue la principal novedad del desfile de ayer, que una vez más volvió a sacar a la calle a miles de pacenses para acompañar a Melchor, Gaspar y Baltasar y a todo su séquito desde la estación de Renfe hasta el paseo de San Francisco.

Los Reyes Magos, que retomaron la tradición de llegar en tren, interrumpida el año pasado a modo de protesta por las precarias infraestructuras ferroviarias de la región, fueron recibidos por el alcalde, Francisco Javier Fragoso, y numeroso público, al que saludaron cariñosamente. Las caras de los más pequeños lo decían todo al paso de las carrozas con personajes infantiles, los pasacalles, trenes y las unidades de las policías local, Nacional y la de Caballería de la Guardia Civil. También volvieron a participar en la cabalgata los bomberos del parque municipal, que desfilaron con un coche antiguo.

En el tramo sin música, entre Puerta de Palmas y el inicio de la avenida de Santa Marina, se congregó numeroso público, que recibió a los Reyes Magos entre aplausos y reclamando caramelos. Se repartieron más de 5.000 kilos a lo largo de todo el recorrido. Gaspar era el que los lanzaba con más fuerza.

Este año su ayudante fue Joaquín Parra, presidente del CD Badajoz. A Melchor lo acompañó Pablo Ritoré, expresidente del club de fútbol Santa Teresa, y el zapatero Jorge Mendoza volvió a ser el guía de Baltasar. Junto a ellos cerca de un millar de personas, más de la mitad niños, formaron parte de la cabalgata, que se desarrolló sin incidentes reseñables, según confirmaron fuentes de la policía local. Cruz Roja, con 19 voluntarios en la calle, realizó cuatro asistencias, todas ellas de carácter leve y que se resolvieron sin necesidad de traslados al hospital.

POLICÍA DE HONOR / Uno de los momentos más especiales del desfile tuvo lugar casi al final, cuando la Policía Nacional, en un sencillo acto en la plaza de Dragones, nombró ‘Policías de honor’ a dos miembros de la Asociación Síndrome de Down como homenaje a todo el colectivo.

Aunque estaba previsto que los Reyes Magos llegaran al paseo de San Francisco sobre las 19.30 horas, lo hicieron más de una hora después. Desde el templete de la música dirigieron una palabras a quienes les esperaban y tuvieron buenos deseos para todos los pacenses. Cuando sus Majestades de Oriente se despidieron, comenzaron una larga noche de trabajo que hoy tendrá como recompensa muchas sonrisas.