El Gobierno central no prevé cambios en el sistema antiniebla del aeropuerto de Badajoz debido a que las incidencias a causa de la niebla se han reducido en los últimos meses respecto a 2018 y porque en ocasiones son inevitables. «Las incidencias no pueden evitarse al cien por ciento», dijo ayer la delegada del Gobierno, Yolanda García Seco, tras un encuentro con el director del aeródromo pacense, Alfonso Flores; la consejera de Movilidad, Transporte y Vivienda, Leire Iglesias; y la directora general de Transportes, Eva Sánchez-Montero, para abordar los datos de viajeros y los retrasos por la niebla.

En declaraciones a los medios, García Seco explicó que el pasado marzo se llevó a cabo una modificación en el sistema de aproximación al aeródromo que ha permitido mejorar la precisión de los aviones en el aterrizaje y las opciones de tomar tierra con una visibilidad más reducida de lo normal. Una modificación que ha reforzado, subrayó, la eficiencia en el aterrizaje en el aeropuerto de Badajoz, instalaciones de categoría 1 y que por tanto disponen de un sistema antiniebla equivalente al del resto de aeródromos del entorno. «Esta medida ha provocado que aviones que hace un año no podían aterrizar o despegar en las mismas circunstancias, lo puedan hacer ahora, eso sí, siempre velando por la seguridad», destacó la consejera Leire Iglesias, que también alabó la puntualidad del servicio, con una tasa que ronda el 90%. Otra de las medidas puestas en marcha este año, la decisión de retrasar los vuelos cuando las condiciones climáticas son muy adversas hasta la mejora de la situación, ha permitido también reducir el número de cancelaciones «sensiblemente».

Así, según datos analizados en la reunión, durante el 2018 se vieron afectados 32 vuelos por la niebla, de los cuales 11 fueron desviados, 19 cancelados y dos retrasados. En 2019, «y a pesar de que el sistema de ayuda comenzó a aplicarse en marzo», los vuelos afectados fueron 18, de los que dos fueron desviados, dos cancelados y 14 retrasados, datos que suponen el 0,92% del total de las 1.819 operaciones realizadas en todo el año.

En cuanto a los pasajeros afectados, en 2019 fueron 465, lo que representa el 0,64% del total de los usuarios que utilizaron el aeródromo el pasado ejercicio.

REGULARIDAD / Por su parte, la consejera de Movilidad destacó la regularidad del servicio aéreo, se da en el 98% de los vuelos, así como la tasa de puntualidad, que se sitúa un 10% por encima de la media nacional.

Leire Iglesias reconoció que se producen algunas incidencias «muy concretas» por la niebla que «exceden de la capacidad de decidir de las instituciones públicas y a las que se les tiene que dar las mejores soluciones posibles» y defendió que las características técnicas del aeropuerto son las adecuadas y óptimas. Por último, destacó que la mejora de los servicios aéreos tiene su reflejo en el aumento de los pasajeros: 75.418 en 2019, un 44,8% más que el año anterior.