Desde hace casi cinco años, el juzgado o el ayuntamiento no son las únicas opciones para quien se case por lo civil. Ni los juzgados son el único lugar tampoco en el que pueden disolverse los matrimonios. Desde mediados del 2015 existe otra posibilidad para realizar cualquiera de estos trámites legales, la de hacerlo ante notario. Una opción por la que se han decantado en este lustro 630 parejas extremeñas, 269 de ellas para formalizar su unión y otras 361 para disolverla, conforme a los datos del Consejo General del Notariado hasta cierre del 2019.

Estas cifras representan, sin embargo, una proporción reducida tanto de los matrimonios como de las rupturas, que en ambos casos superan las dos mil anuales en la comunidad autónoma. «Es verdad que es algo a lo que le está costando arrancar, a pesar de las muchas ventajas que tiene», esgrime Ignacio Ferrer, decano del Colegio Notarial de Extremadura, que atribuye este lento despegue a que la posibilidad de casarse o divorciarse ante notario es algo que «se está conociendo aún. Todavía mucha gente me sigue preguntando si nosotros podemos casar». No obstante, añade, «cada vez son más. En Cáceres, por ejemplo, las bodas se está extendiendo bastante». En este sentido, tanto en enlaces como en separaciones matrimoniales la tendencia en la comunidad autónoma es claramente al alza. En los últimos tres años, las cifras de las primeras han sido subiendo de 50 a 68 y a 110. Las segundas, de 80 a 85 y a 104.

UNOS CIEN EUROS / Ferrer cita como una de las mayores ventajas de la opción notarial el que tiene un coste reducido (aunque no hay una tarifa estándar, puede ser de unos cien euros, cantidad que podrá incrementarse más o menos dependiendo de las copias de la escritura que se soliciten). En el caso de las bodas también destaca que es posible concertarlas «prácticamente el día y la hora que ellos quieran», siempre que sea en horario de oficina. «Muchas veces la gente no puede someterse a los horarios establecidos en el registro civil o en los ayuntamientos», explica.

Los días elegidos más habitualmente para las bodas son los jueves y los viernes, y celebrar el convite ya el fin de semana. Queda a discreción del notario desplazarse fuera de su despacho si los novios se lo solicitan, aunque no es lo habitual, ya que la recomendación es que las nupcias tengan lugar en la oficina y dentro de su horario laboral.

«Vienen los dos testigos, los familiares más cercanos y algún que otro amigo. No son grandes grupos, eso se reserva un poco para la fiesta del día siguiente», aclara.

En cuanto a los divorcios y separaciones, las que se hacen ante notario deben ser siempre de mutuo acuerdo y sin que la pareja tenga hijos menores. Igualmente, el matrimonio tiene que acudir a la notaría acompañado de un abogado y con el convenio de divorcio redactado. «A personas que, a pesar de la ruptura matrimonial, están bien avenidas esta fórmula les genera intimidad», remarca Ferrer.