El comité permanente de Ciudadanos, con arreglo a sus nuevos estatutos, tiene previsto tratar este lunes -y casi con toda probabilidad aprobar- la expulsión del partido de Fernando Rodríguez Enrique, sustituto de Cayetano Polo en la Asamblea de Extremadura. Así lo aseguran fuentes de partido, quienes señalan que la dirección nacional considera inapropiada su incorporación al grupo parlamentario de Ciudadanos arrogándose su presidencia sin la información y previa aprobación de dirección en Madrid.

Se trata de la primera medida que decide adoptar la formación naranja después del documento presentado el jueves pasado en el registro de la Asamblea de Extremadura donde se proponen los nuevos cargos del grupo parlamentario y donde se deja fuera al que ha sido designado nuevo coordinador regional, David Salazar. En dicho escrito, dirigido a la Mesa de la Asamblea, se designa a Fernando Rodríguez Enrique como presidente del grupo parlamentario, a Marta Pérez Guillén como portavoz, a Joaquín Prieto como portavoz adjunto y a José María Casares como secretario general. No se toma en consideración la designación de David Salazar como coordinador regional de Ciudadanos y, en consecuencia, hipotético presidente del grupo parlamentario. Se entiende esta medida como una rebelión o revuelta a la determinación de la dirección nacional, lo que debe venir acompañada de las consiguientes medidas disciplinarias.

El reglamento de la Asamblea de Extremadura señala que la designación de cargos dentro de un grupo parlamentario debe venir refrendada por la mitad más uno de la totalidad de sus diputados. Sin embargo, este escrito ha sido recurrido por el resto de diputados de Ciudadanos, (David Salazar, Fernando Balselga y Encarna Martín) alegando su ilegalidad por cuanto que el presidente propuesto, en este caso Fernando Rodríguez Enrique, no puede ser designado como tal al no haber aún tomado posesión de su acta de diputado, acto que se llevará a cabo el próximo 8 de octubre.

Ahora se ahonda en esta impugnación desde Madrid con su presumible expulsión del partido, lo cual le impediría presidir un grupo parlamentario en Ciudadanos dado que lleva implícita su expulsión del partido y, en consecuencia, su incorporación en el grupo no adscrito.

La Mesa de la Asamblea debe decidir el próximo martes si da curso al escrito presentado por 4 de los 7 diputados de Ciudadanos o, por contra, no lo toma en consideración ahora que ha sido recurrido y uno de los firmantes va a ser expulsado del partido.