Cuando la fábrica se inauguró, el pasado 9 de julio, lo hizo con una capacidad de producción mensual de unos cinco millones de mascarillas y con medio centenar de trabajadores. Poco más de tres meses y medio después, Pi Medical Labs ha duplicado su potencial productivo, ha ampliado por encima del 50% su plantilla y ya está haciendo planes para comenzar a exportar, algo que confía en hacer de aquí a solo unas semanas. En este periodo, han salido de sus instalaciones unos quince millones de unidades, trece de mascarillas quirúrgicas y dos más de higiénicas.

«Prácticamente todo lo que vamos fabricando lo tenemos vendido», asegura Juan Francisco Sánchez Gordo, gerente y uno de los cuatro socios de esta empresa con sede en Don Benito, quien explica que, tras crecer en un primer momento de forma «explosiva», el ritmo de incremento de la demanda de este producto sanitario, aunque menos rápido, aún ha seguido manteniéndose en una senda ascendente.

Por este motivo, se ha aumentado el nivel de producción real que puede alcanzar esta factoría hasta llevarlo a entre los diez y los doce millones de mascarillas al mes. «Habitualmente funcionamos al 80%, pero cuando hay un pico tenemos que estar al 100%», aclara. También han incorporado una máquina para manufacturar mascarillas FPP2 que entrará «pronto» en funcionamiento y que permitirá dar salida a alrededor de otro millón de unidades mensualmente. «Nos encontramos en pleno proceso de homologación. Esperamos que todos los trámites terminen en menos de un mes», señala.

La idea de poner en marcha la empresa surgió entre abril y mayo, en pleno confinamiento. ¿Esperaba entonces que se conseguiría una progresión semejante en tan poco tiempo? «Nunca tienes la certeza, pero la previsión era más o menos esta, si no, no hubiésemos invertido lo que hemos invertido. Era nuestra apuesta, aunque es verdad que mucha gente no pensaba igual», responde este empresario, que es también director gerente de Maxcolor, una firma dombenitense con más de cuarenta años de trayectoria que está dedicada al procesamiento e impresión de imágenes digitales.

En esta evolución ha jugado un papel determinante el convertirse en proveedores del Grupo DIA, que comercializa sus mascarillas en cuatro mil puntos de venta de toda España. Tras empezar vendiendo en sus tiendas tapabocas de procedencia asiática, «DIA decidió que quería producto nacional.Además, desde el principio les gustó mucho la idea de que fuesen hechas por trabajadores con algún tipo de discapacidad», afirma. En este sentido, Pi Medical Labs cuenta actualmente con alrededor de 75 empleados, más de un 90% de ellos con discapacidad, frente a los «entre 40 y 50» con los que empezó su andadura.

No obstante, como elemento clave de esta buena marcha Sánchez destaca ante todo la buena calidad de la mascarilla que elaboran. «Ha dado un resultado en laboratorio de los más altos, del 99.85% de filtración», esgrime. En este sentido, a mediados de este verano un estudio comparativo publicado por la organización de consumidores OCU destacaba de ella «su excelente eficacia de filtración» y su «buena respirabilidad», y la incluía entre las más recomendables del mercado. «En una o dos semanas», avanza este empresario, se incorporará al proceso un nuevo tejido con el que se alcanzará el 99,92% de protección.

Aparte de incrementar la producción, en estos meses también se ha conseguido disminuir sensiblemente el precio al que se comercializa este artículo. En estos momentos, la Mask4U se oferta en los establecimientos DIA a 0,21 la unidad (2,10 euros la caja de diez), casi un tercio de su coste inicial (0,60). «En abril era muy difícil conseguir material. Y ser ‘muy difícil’ suele ser sinónimo de ‘muy caro’. Pasado el tiempo, hemos ido haciendo los deberes y hemos testado muchísimos materiales hasta que nos han dado la calidad que queríamos y al precio en el que pensábamos que iba a moverse el mercado. Ahora no es que sea especialmente barato, pero al menos hay opciones de comprar a mejor precio. No sabemos dentro de unos meses, esperamos que la situación no cambie», precisa.

Sala limpia

Sala limpiaEl volumen de inversión que ha requerido la planta ha superado con creces los dos millones de euros. Un dinero que se ha invertido no solo en maquinaria. Dentro de la fábrica, remarca, se ha preparado «una de las salas blancas más grandes que hay en España para este tipo de productos, con 500 metros cuadrados de superficie». Se trata de una instalación necesaria para la fabricación de mascarillas quirúrgicas -no así para la de las higiénicas--, y con la que se garantiza que los artículos sanitarios estén libres de carga biológica. Por eso, en ellas ha de seguirse un control estricto de parámetros como son las partículas en aire, la presión de este, la temperatura o la humedad. Igualmente, el personal debe llevar material como guantes, gorros, mascarillas, batas de laboratorio o calzas para evitar cualquier contaminación.

La Junta de Extremadura y varios ayuntamientos también figuran en su cartera de clientes, que esta firma quiere ampliar ahora fuera del mercado español. Los permisos para exportar a Estados Unidos ya se están tramitando y también están «abriendo mercado en Francia». La idea es arrancar con los envíos «lo antes que se pueda, nosotros no trabajamos con plazos muy largos. Puede ser que en un mes estemos cerrando ya un acuerdo. Muchas veces tardamos más en los trámites que en abrir el canal comercial», remacha.

En cuatro mil puntos de venta

En cuatro mil puntos de venta8,5 millones de mascarillas ha comprado hasta ahora Grupo DIA a la empresa dombenitense Pi Medical Labs. Esta cadena de distribución destaca de ellas que «están realizadas con 3 capas de protección y tienen una eficacia de filtración bacteriana superior al 99%, lo que las convierte en un modelo seguro y eficaz». También que se fabrican en un Centro Especial de Empleo donde el 90% de la plantilla tiene alguna discapacidad, favoreciendo así la inclusión social. Las mascarillas las comercializa en alrededor de cuatro mil puntos de venta, entre tiendas DIA, La Plaza de DIA y Clarel (una enseña de productos de hogar, higiene y belleza, propiedad del mismo grupo). También a través de su página web.

El producto salió al mercado a 0,6 euros la unidad, aunque la disminución de costes ha permitido rebajarlo a 0,21. En cualquier caso, fuentes del grupo inciden en que se trata de un artículo que se ofrece con «margen cero». «En abril adquirimos el compromiso de vender las mascarillas a precio de coste y lo seguimos manteniendo», subrayan.