Uno de cada cinco casos de cáncer se ha dejado de diagnosticar durante la crisis sanitaria, según los datos que maneja la Asociación Española Contra el Cáncer. Se debe, entre otros asuntos, al crecimiento de las listas de espera y a la saturación hospitalaria, junto al miedo que experimentan estos pacientes a acudir a los hospitales cuando aparece algún signo de alarma. De hecho, tal y como indicó ayer el presidente de la junta cacereña de este colectivo, Pedro Pastor, se están dando casos en los que, en una primera visita, son directamente derivados a paliativos por el avanzado estado de su cáncer. A todo ello se suma también que se han apartado los programas de detección precoz. En el caso de la región extremeña, los cribados de mama y de colon han sufrido un importante retraso (en este último se han suspendido incluso las citaciones).

«La pandemia ha sido un verdadero mazazo en la lucha contra el cáncer», ha señalado Pastor en el acto institucional que tuvo lugar ayer en los soportales del Ayuntamiento de Cáceres con motivo del Día Mundial contra el Cáncer. Este año, de hecho, el lema hace hincapié en el acuerdo al que se necesita llegar para paliar los efectos que el covid está dejando en esta enfermedad. Entre otras cosas, ha incrementado la brecha social y el 20% de los pacientes oncológicos se encuentra en situación de pobreza. Esto ha obligado a la AECC de Cáceres a triplicar las ayudas de emergencia. Además el 40% padece problemas psicológicos por la ansiedad y la angustia que les provoca no saber cuándo podrán realizarles las pruebas o darles los resultados (en Cáceres han tenido que contratar a dos psicólogos más para atender a los enfermos con estas patologías mentales).

Para ayudar a un diagnóstico lo más precoz posible, el presidente de la Aecc de Cáceres pide a los pacientes que acudan a sus revisiones y que, en el momento en que noten algún síntoma, como «una pérdida brusca de peso, cansancio, sangrado o un bulto», concierten una cita con su médico, informa Sira Rumbo.

Cáceres fue una de las ciudades de la región que ayer celebró el Día Mundial Contra el Cáncer, con un tímido acto en el ayuntamiento que incluyó la lectura de un manifiesto. También lo festejó Badajoz, donde el color de la esperanza iluminó anoche algunos de los principales monumentos, enclaves patrimoniales y señas de identidad de la ciudad, en una iniciativa del ayuntamiento. La muralla, la puerta de Palmas, la parroquia de la Concepción, el puente Real, la fachada del teatro López de Ayala y algunas fuentes de la ciudad se tiñeron de verde para apoyar a quienes luchan cada día por ganar esta batalla, informa A. M. Romasanta.

Por su parte, en Plasencia, los representantes de la Asociación Española Contra el Cáncer y la Asociación Oncológica Extremeña han participado en un sencillo acto institucional que tuvo lugar en el salón de plenos del ayuntamiento, con la asistencia de los portavoces de todos los grupos municipales. Se leyó un manifiesto elaborado por la AECC y respaldado por el ayuntamiento en el que el colectivo ha advertido del doble impacto que la covid-19 ha tenido sobre las personas enfermas de cáncer y sus familias.

Por un lado, un «impacto sanitario» porque las pruebas y diagnósticos se han retrasado, pero también por la incertidumbre y necesidad de información «que ayude a reducir el miedo al contagio». Por otro, un impacto «emocional y social», que se ha traducido en «soledad no deseada, ansiedad por el retraso de los tratamientos y pruebas» y miedo a volver a los hospitales, entre otras.

El ayuntamiento ha manifestado su «solidaridad» con todos los afectados; se ha comprometido a «contribuir a responder a sus necesidades» y ha abogado por garantizar sus derechos «en condiciones de equidad», informa Raquel Rodríguez.