Fue el primer compromiso tras conocerse la compra de la mina de níquel de Monesterio, por parte de un grupo de inversores extremeños, a la empresa Valoriza Minería, de Sacyr. Una reunión entre propietarios y ayuntamiento, que se materializó este miércoles, con la intención, de “contrastar información y opiniones, sobre la situación actual de la mina y sus perspectivas de futuro”.

Muy poco, o casi nada, ha trascendido de esta toma de contacto, aunque según ha manifestado el alcalde, Antonio Garrote, el nuevo grupo empresarial, “actualmente está trabajando en todo lo relacionado con la puesta en marcha del proyecto minero”, lo cual, confirmaría la disposición transmitida por los nuevos dueños del yacimiento de Aguablanca, de presentar un nuevo proyecto de viabilidad, que retome la extracción de mineral.

Cooperación

CooperaciónEl ayuntamiento, según ha explicado Garrote, “se ha puesto a disposición de la empresa”, para “colaborar y trabajar de manera conjunta”, tanto en “este, como en cualquier otro tipo de proyecto que proponga el grupo inversor”. Para el alcalde, esta primera toma de contacto era “necesaria” y resultó “muy cordial”. Es más, el ayuntamiento “nunca llegó a reunirse con los anteriores propietarios”, con lo que esta reunión “personal”, supone “todo un avance”, y aún más, cuando “desde el primer momento”, los nuevos dueños han mantenido su “disponibilidad” para mantener abiertos cauces de comunicación permanentes, sobre todo lo que tenga que ver con el nuevo proyecto minero.

El objetivo principal pasa por “volver a recuperar la actividad minera”, ha explicado el alcalde. Aun así, la empresa estaría estudiando otros proyectos “paralelos” a la extracción de níquel, lo cual, podría repercutir directamente en “el empleo, el desarrollo y la economía” de una localidad, que vivió con desesperanza el cierre de esta explotación, y casi el desahucio, por parte de sus últimos propietarios. Ahora, aunque con “muchísimas reservas, cautela y moderación”, se vislumbra un futuro distinto, que alargue la vida útil de este yacimiento.

Cabe recordar que los empresarios extremeños Alejandro Ayala, Mario Celdrán e Íñigo Resusta, vinculados con el grupo mercantil de investigación y nanotecnología Phi4tech, e impulsores de la fábrica de baterías de litio proyectada en la ciudad de Badajoz, compraron a principio de este mes, los derechos de la explotación minera de Aguablanca, hasta entonces propiedad de Valoriza Minería, de Sacyr. El grupo inversor pretende “relanzar el proyecto”, mediante la extracción de las reservas de mineral de este yacimiento, dedicado fundamentalmente a la explotación de níquel.