El gran matadero de cerdo ibérico comienza a hacerse realidad. La infraestructura promovida por un conglomerado de siete empresas que integran el Complejo del Ibérico de Extremadura (Cibex) despunta ya en los terrenos de Zafra en los que se trabaja desde hace casi un año, con la previsión de recibir a los primeros animales en la próxima campaña de montanera. 

La ejecución del proyecto está al 40%, aproximadamente, pero la parte de la obra que se ha acometido hasta ahora es la más compleja y no ha estado exenta de condicionantes por las características del terreno (es muy rocoso y se han tenido que solicitar voladuras para romper las piedras y poder iniciar la cimentación) y las lluvias del pasado invierno, que fueron retrasando el avance de los trabajos. Aun así, la previsión es que a partir del mes de junio la obra se acelere de forma notable y que después del verano la instalación comience a tomar forma ya por dentro con la colocación de toda la maquinaria que se requerirá para su puesta en funcionamiento. Cibex mantiene de momento la previsión de poner en marcha el matadero para la próxima montanera y da por seguro que los primeros sacrificios de cerdos se podrán llevar allí a finales del 2021 o principios del 2022. Los técnicos del proyecto corroboran que la obra del edificio estará terminada a tiempo para cumplir con ese objetivo. 

Trabajos para montar la estructura, con 1.200 toneladas de acero. SILVIA S. F.

La estructura y el exterior están muy avanzados y en junio se inicia el montaje de las instalaciones

Los primeros trabajos se iniciaron en el verano de 2019 (tras varios retrasos) aunque fue en el otoño cuando se intensificó la actividad con el inicio de la construcción del edificio en octubre. En estos momentos está casi completada la cimentación de la nave principal, se trabaja en su estructura y se está realizando todo el saneamiento exterior e interior y los cerramientos exteriores. También se trabaja en los dos edificios anexos que hay: uno para la depuradora y otro de energía. En el exterior los avances son más evidentes que dentro, donde ahora se están levantando ya los ‘paneles frigoríficos’ la esa nave principal (se denominan así porque están fabricados con un material que ayuda a preservar la temperatura para reducir el consumo energético de la instalación). En estos momentos trabajan unas 50 personas de las seis empresas que ejecutan esta parte de la obra, aunque se prevé que esa cifra se incremente a partir del próximo mes con la entrada de otras cuatro empresas que se ocuparán del montaje de las instalaciones. 

La actuación más retrasada del proyecto es la de la adecuación y pavimentación del camino de acceso, que se adjudicó a principios de abril. Es previsible que esa obra no esté concluida cuando el matadero entre en funcionamiento aunque desde Cibex aseguran que eso no impedirá desarrollar la actividad y que accedan los camiones por el mismo camino que usa ahora la maquinaria pesada. 

Con una inversión de 22 millones, el matadero de ibérico que se levanta en Zafra será uno de los más relevantes de la península, con 16.000m² construidos, 25.000m² urbanizados (la mitad de las 50 hectáreas que tiene la parcela), unos 300 metros fachada en su edificio principal y capacidad para sacrificar 320 cerdos cada hora, aunque ese pico de actividad no se alcanzará hasta tres años después de iniciar la actividad. La previsión es poder sacrificar ya el próximo año 142.000 animales, lo que supone el 50% de la capacidad de la instalación, que en el 2023 se incremente a 213.750 (75%), a 256.500 en 2024 (90%) y que se alcance la plena producción en el año 2025 con 285.000 animales, lo que supondrá 37.620 toneladas de carne procesada en las instalaciones cuando se alcance el pico de actividad. No se descarta, en todo caso, que en este primer año pueda haber una corrección a la baja de la cifra de sacrificios estimada como consecuencia del stock acumulado por el cierre de la hostelería en la pandemia, aunque los empresarios confían en que el avance en la vacunación contribuya a normalizar la situación antes.

Impulso al sector

El sector del ibérico llevaba años tratando de retener en la región para al sacrificio y transformación el grueso de los animales que se ceban en sus dehesas. Ahora aunque en Extremadura se crían más del 40% de los cerdos ibéricos de todo el país, apenas se sacrifica un 14% aquí. El resto se traslada a otros mataderos fuera de Extremadura. «El objetivo principal de Cibex es dar un impulso a la industria del ibérico de nuestra región, reteniendo en Extremadura la etapa de sacrificio y transformación que, hasta ahora, se iba a la zona de Castilla y León», indican fuentes del conglomerado de empresas. 

Técnicos del proyecto en la pasarela elevada que atraviesa la instalación, esta semana. SILVIA S. F.

La inversión estimada del proyecto son 22 millones de los que la Junta de Extremadura ha subvencionado 6 a través del paquete ayudas de incentivos agroindustriales

En principio únicamente se sacrificarán en estas instalaciones los animales de la siete empresas tras Cibex (Señorío de Montanera, Ibercom, Estirpe Negra, Industrias Cárnicas Villar, Montesano, Grupo Alejandro Miguel y Campofrío), aunque la matanza para terceros es una de sus principales líneas de desarrollo una vez que la actividad de la instalación se haya asentado. «Nuestro plan de viabilidad está diseñado sobre la premisa de las aportaciones obligatorias de animales que tenemos que hacer todos los socios para garantizar la sostenibilidad desde el primer momento», indican en Cibex. La idea es hacer un rodaje inicial de las instalaciones y abrir el espacio después a otros ganaderos de la región. 

El interés por el mercado exterior ha motivado que el proyecto del matadero se haya desarrollado con una «clara vocación exportadora» y desde el planteamiento inicial se ha tenido en cuenta ese elemento para cumplir con todos los requisitos de normas de calidad y de homologación internacional. El objetivo es convertirse en «una referencia en la exportación de carne de ibérico al mundo», señalan los promotores. Ese es el motivo, por ejemplo, por el que la instalación contará con dos miradores a los que se accede por un pasillo central elevado que recorrerá todo el edificio principal. Desde esos dos puntos se puede ver cómo se trabaja con los animales en todo el proceso de despiece y elaboración. «Hay países que únicamente piden las referencias por escrito, pero otros exigen comprobar in situ todo el proceso», indican.

Empleo

 El macromatadero es un recurso que ha generado gran expectación en la zona porque Cibex prevé crear 100 empleos directos y otros 900 indirectos. Los promotores están trabajando ya en la política de recursos humanos, definiendo los perfiles necesarios, el número exacto de trabajadores, las áreas de trabajo y las funciones que se externalizarán. «Una vez que activemos ese trabajo activaremos el proceso de selección por múltiples vías, tanto directamente como a través de entidades de búsqueda de profesionales», señalan los empresarios. 

Trabajos en el interior para montar los 'paneles frigoríficos' de la nave principal. SILVIA S. F.

Los promotores del matadero prevén crear 100 empleos directos y otros 900 indirectos tras su apertura

La única premisa es que la empresa se ha comprometido a contratar preferentemente a personal de la región y especialmente de la mancomunidad de Zafra- Río Bodión, en la que se asienta el matadero (hay un acuerdo con el Ayuntamiento de Zafra para la formación y contratación de una parte del personal). 

Junto al empleo directo, Cibex estima que la actividad del matadero generará otros 900 empleos indirectos, entre ellos una parte para el propio funcionamiento de la instalación: estiman que el 6% de la estructura (mantenimiento, informática, instalaciones...), dependerá de empresas de la zona, y que requerirán mano de obra «de alta cualificación técnica. 

Un complejo con tres edificios

La normativa de seguridad alimentaria impone criterios muy estrictos en este tipo de instalaciones (están por encima de cualquier criterio extraordinario por el covid-19, por ejemplo). Por ese motivo, el edificio principal cuenta con accesos, vestuarios y comedores diferenciados para los trabajadores de oficinas, y de los distintos procesos productivos, con el fin de que los trabajadores de las distintas áreas no compartan espacios que puedan comprometer la seguridad alimentaria.


Junto al edificio principal hay otros dos anexos: uno (a la izquierda de la fachada) es la depuradora que tratará el agua que se utilice antes de verterla al colector de Zafra. Detrás hay otro edificio que se convertirá en el centro neurálgico desde el que se controlará el suministro de energía.