En un país donde las tasas de paro juvenil están disparadas, especialmente en regiones como Extremadura, contrasta que haya una modalidad de aprendizaje como es la Formación Profesional Dual con una tasa de inserción laboral que ronda el 70%, y choca más todavía que los alumnos que se inscriben en ella sean apenas el 3% de los que cada año se matriculan en los centros educativos españoles para cursar la FP presencialmente. Una proporción que ni por asomo se acerca a la de países como Suiza, donde esta opción que alterna la enseñanza en los centros educativos con la formación práctica en las empresas concentra el 85% de la oferta en FP, Alemania (75%) o Francia (40%). 

En Extremadura, desde que en 2012 un real decreto la regulase a nivel nacional, se han contabilizado casi 1.500 matriculaciones de alumnos en esta enseñanza, según los datos facilitados por la Consejería de Educación y Empleo extremeña. De ellas, 437 pertenecen al presente curso (aún son cifras provisionales), después de que el anterior tuviera que suspenderse esta modalidad a causa de la pandemia. En el 18/19 habían sido 214.

El ciclo formativo de grado superior Programación de la producción en fabricación mecánica impartido por el IES Cristo del Rosario, de Zafra, y Deutz Spain fue, ya en el curso 2012/13, uno de los primeros proyectos de Dual que arrancaron en toda España. «Casi que empezamos sin tener aún el real decreto publicado», cuenta Marta Corchado, responsable de la jefatura de Estudios de Deutz y coordinadora de la Formación Profesional Dual en esta firma. Con su matriz en Alemania, donde esta modalidad se estableció formalmente hace más de medio siglo, «éramos muy conocedores de las ventajas de estos programas», cuya introducción en España ha supuesto a su juicio «un cambio disruptivo». «Hubo que luchar contra muchas barreras, yo tuve que tener hasta reuniones con los profesores para convencerles de que nosotros no íbamos a quitarles el puesto de trabajo», recuerda. Con el proceso para la selección de la décima promoción ya comenzado, Corchado hace una valoración «maravillosa» de los resultados de la experiencia. Por el nivel de cualificación alcanzado y porque de los 150 técnicos superiores que se han titulado hasta el día de hoy «el cien por cien» están trabajando, y casi todos ellos en esta compañía.

«Estoy convencida de que si tenemos una cantera formada en Extremadura y lo mostramos fuera, atraeremos empresas»

Marta Corchado - Responsable de la Jefatura de Estudios de Deutz y coordinadora de la FP Dual

Para el próximo curso serán 64 los ciclos formativos de Dual que se ofertarán en Extremadura, sumados grados medios y superiores, 27 más que los que ha habido en el actual. 19 de las 22 familias profesionales cuentan ya con enseñanzas ‘dualizadas’. Para desarrollarlas la consejería ha firmado convenios de colaboración con cerca de 200 empresas, pymes, autónomos y entidades en cada IES (Instituto de Educación Secundaria), IESO (Instituto de Educación Secundaria Obligatoria) CEPA (Centro de Educación de Personas Adultas) y colegio concertado participante, que cuenta con esta formación.

Alumnos de FP Dual en la planta de Deutz Spain, en Zafra.

Tres de estos ciclos corresponden a Deutz y al IES Cristo del Rosario, ya que al inicial se han sumado el de Administración y finanzas, que imparte por primera vez este año, y el de Sistemas electrotécnicos y automatizados, que cumple su segunda edición. Entre todos ellos suman 43 alumnos. «Para nosotros son poquísimos, pero no podemos hacer más», arguye Corchado. «Lo que nos gustaría es ser empresa tractora, para que otras se adhieran, porque somos conscientes de que no tenemos capacidad de absorber a todos los alumnos que formamos, ya nos gustaría». Y eso que, aclara, «ya no entra nadie en máquina que no tenga una FP de grado superior, Dual preferiblemente». 

En España, el tiempo de formación mínimo en empresa está fijado en el 33% de las horas, «nosotros hacemos un 51%», puntualiza Corchado, porcentaje que se acerca más al que se maneja en otros países europeos (Alemania u Holanda, fijan un 66%, por un 75% Suiza). «Más de 25» de los trabajadores de Deutz Spain en Zafra dedican parte de su jornada laboral a formar. Algunos de ellos fueron alumnos en las promociones precedentes. «Es lo que más orgullo da», asevera.

Proceso de selección

A su ciclo «estrella», el año pasado se presentaron 150 candidatos que aspiraban a 13 plazas. Para la selección la empresa emplea como criterios el expediente académico y pruebas psicotécnicas o del nivel de inglés. También tienen que pasar una entrevista personal. «Al final nosotros queremos que sean futuros trabajadores de la empresa, y tienen que estar alineados con sus valores. Aquí el trabajo en equipo es fundamental, por ejemplo, o el liderazgo compartido... necesitamos que sean chicos brillantes, pero no solo el expediente académico es importante», justifica.

La responsable de la jefatura de Estudios de Deutz considera «prioritario» difundir en qué consiste y los beneficios, «también económicos», que conlleva la Dual. Pone como ejemplo el que haya industrias agroalimentarias en Extremadura que «están buscando como agua de mayo buenos técnicos en instalaciones electrotécnicas», un ciclo en el que «nosotros solo podemos coger cinco alumnos, y es una pena». 

Reconoce, no obstante, que esta formación requiere una dedicación de recursos, tiempo y dinero «que no todas las empresas pueden hacer» por lo que plantea establecer sinergias entre ellas de manera que «los chicos fueran itinerando» por distintos centros de trabajo, lo que haría asumible el coste a la vez que «salvaguardaría» la calidad de la formación. «Estoy convencida de que si nosotros tenemos una cantera de trabajadores formada en Extremadura y lo mostramos fuera, atraeremos empresas», concluye.

En la Central Nuclear de Almaraz

También fue pionero el proyecto de FP Dual que impulsaron el IES Zurbarán, de Navalmoral de la Mata, y la Central Nuclear de Almaraz. Denominado Automatización y robótica industrial, comenzó en el curso 2013-2014 y el que está abierto ahora es ya el plazo de su novena promoción. «Se ha convertido en uno de los proyectos educativos punteros de Extremadura. Incluso ha sido reconocido con un premio a nivel nacional  [en el 2018 fue galardonado por la Asociación de Centros de Formación Profesional (FPEmpresa) y la Fundación Bankia] y se ha presentado como modelo en otras comunidades autónomas», subraya José María Rivas, jefe de Recursos Humanos de la planta cacereña. Hasta este momento han acabado el ciclo unos 85 alumnos (sin incluir los que lo hacen este año). «Los resultados de mejora de cualificación profesional y de incremento de empleabilidad de quienes lo han cursado son una realidad, alcanzando más del 90% de inserción laboral», defiende.

«La mejora de la cualificación profesional y el incremento de la empleabilidad de quienes han cursado el ciclo son una realidad»

José María Rivas - Jefe de Recursos Humanos de la Central Nuclear de Almaraz

De los alumnos que han finalizado esta formación, Centrales Nucleares Almaraz-Trillo (CNAT) «ha contratado a un 29 %, siendo absorbidos en operación normal por las empresas colaboradoras un 22% y ofreciéndoles oportunidades de empleo durante los distintos periodos de recarga de la central. El resto ha encontrado oportunidades en otros sectores y también hay estudiantes que han continuado cursando un grado universitario», agrega. Industrias como la automovilística, la farmacéutica o la aeronáutica han valorado de igual forma «muy positivamente la formación que se está impartiendo», a la hora de contratar a estos titulados.

Desde la central también se destaca que entre quienes han accedido a esta formación, un 95% eran personas nacidas en Extremadura y más de un 85% residentes en los pueblos próximos a la instalación nuclear. «Nuestro proyecto de FP Dual, que tendrá necesariamente que adaptarse a los nuevos escenarios, responde al permanente compromiso de la central con los municipios de su entorno más cercano en la mejora de la empleabilidad de las personas que viven en ellos», afirma Rivas. 

Ángel Pobre es coordinador de la FP Dual del IES Zurbarán de Navalmoral y ha estado involucrado en este ciclo desde su inicio. «Empezamos como un proyecto piloto y con muchas dudas porque era un sistema nuevo el que se implantaba. Así que fuimos aprendiendo conforme dábamos los pasos», precisa. No obstante, remarca, «la suerte que teníamos» es que con la central ya existía un convenio de formación en centros de trabajo que estaba vigente desde mediados de los ochenta, lo que hizo más fácil dar el salto a esta modalidad Dual.

Foto del grupo de la 7ª promoción de Automatización y robótica industrial, en la Central de Almaraz.

«La actividad ha sido completamente satisfactoria y con unos altos niveles de inserción laboral. Formamos un personal cualificado que no es solamente interesante para la generación de energía eléctrica. Además de en la CNA, tenemos también muchos exalumnos trabajando en Valladolid, en la Renault, ahí ha habido épocas en las que se han estado yendo de cinco en cinco. También en la fábrica de Michelin en Vitoria, o en la farmacéutica Lilly», enumera este profesor técnico, responsable también del Departamento de Electricidad de este centro y para quien este es el modelo «ideal» de FP.

De acuerdo a los datos recabados hasta la fecha por la Consejería de Educación, de los 437 alumnos de dual matriculados este año, 115 corresponden a ciclos de grado medio y 322 a los de grado superior. Atendiendo a las familias profesionales, aparecen a la cabeza Electricidad y electrónica (85 inscritos); seguida de Transporte y mantenimiento de vehículos (56); Fabricación mecánica (46); Sanidad (42); Industrias alimentarias (38) y Energía y agua (27).

Por géneros, la presencia de hombres es mucho mayor (327 frente a 110 mujeres), mientras que respecto a los tramos de edad, tres de cada cuatro alumnos son menores de 25 años (329). Otros 97 en se encuentran en el tramo que llega hasta los 45 años y los 11 restantes superan esta edad. 

«Además de en la CNA, tenemos también muchos exalumnos trabajando en Valladolid, en la Renault, o en la Michelin de Vitoria»

Ángel Pobre - Coordinador de la FP Dual del IES Zurbarán de Navalmoral de la Mata

En este sentido, Ángel Pobre detalla que el perfil del alumnado que se inscribe en el ciclo que él coordina es «muy variado», tanto en términos de edad como del itinerario educativo que han seguido hasta llegar a él. «Desde que hace unos años se permitió el paso de los alumnos de grado medio al superior de manera directa siempre que fueran de la misma especialidad, una parte nos llega por esa vía», puntualiza. También están, y con un peso que va al alza, los que cursan esta modalidad justo después de haber finalizado el bachillerato de Ciencias y Tecnología. «Antes era más normal que iniciasen una carrera técnica, no les fuese bien y retornasen al centro a un ciclo de formación superior, pero ahora llegan más directamente del bachillerato, que es incluso un itinerario más recomendable. Les da algo más de tiempo a ellos para madurar, y además, si luego hacen una carrera técnica pueden tener bastantes convalidaciones». Por último, «hay gente que ha estado años trabajando y vuelve a formarse por las posibilidades de inserción».

¿Qué aporta este modelo a empresas y alumnos? «Para la empresa -responde- es principalmente un banco de pruebas y una selección de personal que dura dos años, un periodo que le permite definir los perfiles tanto profesionales como personales que mejor se le ajustan». El programa formativo que se ha diseñado va haciendo pasar a los alumnos por todas las unidades funcionales de la central (mantenimiento eléctrico, mantenimiento mecánico, ingeniería de reactor o protección radiológica, entre otras) «y eso le da a ésta una visión general de cómo se adapta el perfil de los chavales a los distintos puestos y mejorar así esa selección», continúa. En cuanto a los alumnos, ese mismo planteamiento les permite desarrollarse no solo en un campo específico, sino adquirir conocimientos en un ámbito mucho más completo. Igualmente, también destaca las mejoras que introduce en la dinámica de los centros educativos, ya que facilita «un acercamiento de los profesionales de la enseñanza a lo que es la realidad laboral, que muchas veces adolecemos de esa desconexión». 

«La pena es que no haya más proyectos de este tipo», lamenta este docente, quien considera que «lo fundamental en la FP Dual es la capacidad formadora de la empresa y eso pasa porque tengan los recursos tanto humanos como materiales necesarios para proporcionar una buena formación y no todas los tienen. Ese el principal problema a la hora de poner en marcha estos proyectos».

Por ese motivo, aduce, la Administración debería incentivar en mayor medida a las empresas mediante ayudas para que, ya fuese en solitario o varias a la vez, implanten estos modelos de forma que sea para ellas viable. «Aunque luego les suponga un retorno, que es tener un personal cualificado, esto requiere una inversión que no todas las empresas están dispuestas o tienen capacidad para asumir», incide.