Con la llegada del verano, es inevitable que el incremento de temperatura se haga presente. Los altos porcentajes de calor son capaces de generar deterioros a los coches. Por ello es importante tomar medidas como precaución, para evitar daños que terminen en gastos que se pueden prevenir con facilidad.

Evita el contacto con el sol

Puede parecer obvio, pero es importante intentar evitar exponer nuestro coche cuando el sol está en su pleno apogeo. Se ha determinado que el sol produce más calor cuando está vertical a nosotros, y esto ocurre en horas que rondan el mediodía. Evitar circular en estos momentos determinados del día prevendrá la incidencia del calor sobre el auto.

Aparca con precaución

En caso de que sea plenamente indispensable conducir en aquellas horas del día y, sobre todo, estacionar el coche, procura hacerlo en un aparcadero de coches o en algún sitio con sombra y ventilación. Así se mantendrá fresco.

Protege el interior al aparcar

Es importante mantener el interior del coche lo mejor protegido posible, y para ello, emplea el uso de parasoles sobre el parabrisas frontal y posterior. Estos instrumentos están hechos especialmente para rebotar los rayos del sol que procuren incidir sobre la superficie del coche. Así no acumulará calor.

Lava el coche

Una manera de mantener la temperatura del coche es ofreciéndole un lavado cada cierto tiempo, preferiblemente al menos una vez cada dos semanas, aunque dependerá de qué tanto expongas tu coche al sol. Lavar el coche ayuda a refrescar su carrocería y cuidar la pintura. Y no está de más hacerlo con regularidad en otras épocas del año para mantenerlo limpio y en buen estado.

Evita lavarlo bajo una fuerte exposición solar

Si bien la limpieza de tu coche es vital, evita hacerlo en momentos donde el sol pegue más fuerte. La rápida evaporización podría crear manchas de óxido sobre la superficie. Es preferible hacerlo en la mañana, para que se termine de secar durante el día, y que a mediodía no ocurra la evaporización rápida.

Emplea cera protectora

De ser posible, al terminar el lavado de tu coche, aplícale cera protectora contra los rayos solares. Esta cera contiene un material especial que ayuda a evitar el fuerte choque del sol sobre su corteza y alarga más su estado de conservación porque lo protege de manera parecida a un bloqueador solar para la piel.

Cuida el sistema de refrigeración

Asegurarse de que el coche mantenga un sistema de refrigeración funcional generará, precisamente, un refrescamiento. Chequea que el refrigerante se mantenga elevado y no se baje, y evita la acumulación de líquido viejo. Verifica también el estado de los ductos, ya que son propensos a corroerse por el calor. Un taller mecánico puede hacer esta labor de mantenimiento.

Usa adecuadamente el aire acondicionado

Pese a lo tentador que puede ser encender el aire acondicionado al momento de subirnos al coche, lo correcto es bajar el vidrio de las ventanas y permitir que el aire exterior lleve la temperatura del coche al natural, evitando forzar en demasía el aire del coche. Esto también es una medida realmente efectiva para refrescar más rápido porque no habrá necesidad de enfriar las altas temperaturas que se acumularon en el interior.

También debes asegurarte que el aire acondicionado de tu coche funcione correctamente. En caso de que no, además de no enfriar bien, podría generar malos olores. Llévalo a un taller mecánico para que hagan la recarga del aire cuando notes que enfría menos.

Controla la temperatura del motor

Es realmente de gran importancia tener un control sobre el motor, ya que este forma parte de la producción de calor sobre el coche y puede aumentar la temperatura. Verifica que tu motor funcione correctamente y no tenga averías que puedan alterar su funcionamiento y, por ende, causar averías. Es importante también que estés al tanto de su zona de calor y contribuir a la ventilación del coche abriendo las ventanillas para airar el interior y no sobre cargar el motor.

Asegura tu coche

A pesar de todas las precauciones, siempre existe la posibilidad de que el vehículo sufra algún tipo de avería, por lo que es necesario contratar un seguro de coche que se haga cargo repararlas. Suscribir tu coche a una aseguradora confiable y que se amolde acorde a tus necesidades tanto monetarias como personales, es una manera de garantizar un respaldo económico en caso de que las altas temperaturas, o algún otro incidente, propicien algún daño a tu coche.

Las altas temperaturas que suponen los cambios climáticos que a día de hoy continúan creciendo, son cada vez más potentes, y si no tomamos las precauciones correctas, fácilmente causarán daño a nuestros bienes. Ser cuidadosos con el coche y ofrecerle un buen trato durante las temporadas de más calor evitará gastos y malos ratos innecesarios.