El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) ha abierto expedientes informativos a las empresas que gestionan embalses de las cuencas hidrográficas del Duero, del Tajo y del Miño-Sil por el aprovechamiento hidroeléctrico realizado en esos pantanos. En el caso del Tajo, la situación del embalse de Valdecañas ha sido extrema, llegando a mínimos históricos de las últimas cinco décadas (un 20% de su capacidad) tras el desembalse de Iberdrola para generar electricidad justo coincidiendo con el precio de la luz en máximos y con la ola de calor. Este desembalse, que llaman «falsa sequía» ha provocado que los pueblos que se abastecen de Valdecañas hayan sufrido restricciones, que han afectado a actividades como la agricultura y la ganadería.

El secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, anunció este jueves la apertura de expedientes a través de las confederaciones hidrográficas tras una reunión con alcaldes de municipios afectados por el vaciado del embalse de Ricobayo (Zamora), donde se ha iniciado uno de los expedientes informativos para determinar si la eléctrica ha excedido los límites de desembalse para turbinación que le están permitidos y si hay o no mala praxis.

Un cambio en las concesiones

El anuncio de Morán se produce después de que la semana pasada la vicepresidenta tercera del Gobierno y titular del Miteco, Teresa Ribera, contactara con Iberdrola por la drástica reducción de agua en los embalses de Ricobayo y Valdecañas y se declarara «escandalizada ante lo que estaba viendo».

Morán dijo que las condiciones de algunas concesiones hidroeléctricas se fijaron cuando no era tan visible el impacto del cambio climático, por lo que se adaptarán a la nueva situación en los nuevos planes de cuencas que están actualmente en exposición pública y se aprobarán a mediados de 2022.