Hospitales saturados, calles vacías, personal sanitario y sociosanitario agotado, enfermos sin compañía, escolares sin colegio, estanterías de supermercados vacías, mayores encerrados, teatros clausurados, morgues, aplausos, epis, mascarillas, lejía y más lejía, soledad, frío, miedo, muerte. Es un retrato simple de la pandemia de coronavirus que cambió nuestra forma de vivir en 2020. Una guerra silenciosa e invisible que libraron en las calles cientos de reporteros gráficos que, pese a la incertidumbre y no sin dificultades, se lanzaron a las calles a fotografiar la cruda realidad. Porque una buena crónica se puede escribir desde casa, pero una foto jamás. Ahora, muchas de sus imágenes, seleccionadas cuidadosamente por un grupo de editores gráficos, han pasado a formar parte de un proyecto que busca poner en valor el papel del fotoperiodismo y de sus profesionales y aspira a que no se olvide todo lo sucedido.

Trabajadores de una funeraria con epis colocan una lápida en el cementerio de Cáceres. / FRANCIS VILLEGAS FRANCIS VILLEGAS

Impulsado por Santi Palacios, ‘Archivo Covid’ es un proyecto sin ánimo de lucro que reúne un total de 8.533 imágenes tomadas entre marzo y diciembre del 2020 por 385 profesionales de la fotografía y el vídeo documental. Entre ellos hay 16 extremeños que han querido integrarse en esta cápsula del tiempo para mostrar el impacto de la crisis sanitaria y social también en Extremadura. 

«Me llamó Santi Palacios para que participara y para intentar movilizar a compañeros de la región; la respuesta fue bastante buena. Era un proyecto que me ilusionó desde el primer momento, me parecía un trabajo ingente, pero es una maravilla dejar para la posteridad un archivo de referencia con las imágenes de cómo transcurrió una pandemia», explica el fotoperiodista extremeño Esteban Martinena. Cuenta que en aquellos primeros días de pandemia muchos de los reporteros gráficos freelance no recibían encargos porque las empresas «no querían exponernos», pero ellos y ellas salían a diario a llenar sus discos duros y a seguir haciendo su trabajo, reflejar lo que estaba pasando, a pesar de las restricciones. «Al principio lo que nos encontrábamos era precisamente que no había actividad», recuerda. 

El proyecto cuenta con el respaldo de la universidad de la que se conoce como la ciudad de los archivos, Alcalá de Henares, que custodia y conserva el archivo a través del Aula de Fotografía de la Fundación General de la Universidad de Alcalá (UAH). Esta aula está dirigida por Natalia Garcés y ella es una de los ángeles de la guarda de la iniciativa impulsada por Palacios. «Él buscaba que una institución respaldara el archivo y decidimos entrar a formar parte de este proyecto». La universidad es la que custodia y salvaguarda ese archivo fotográfico digital, en el que a través de www.archivocovid.com y con un sencillo y atractivo diseño visual, un usuario puede buscar aquello que responde a sus intereses acerca de la crisis de la covid-19 en España. 

Quien bucee por este archivo se encontrará con 8.533 fotografías cuidadosamente seleccionadas en las que se prima la calidad, la información relevante que aporta, la ausencia de «morbo» y la representación de todas las comunidades autónomas y de todos los sectores de la sociedad, porque ninguno se ha visto ajeno a esta pandemia. «Las temáticas principales cubiertas por los fotoperiodistas son la gran labor y los retos del sector sanitario, la tercera edad, la crisis en las residencias de mayores, la vida de los ciudadanos confinados, las ciudades vacías, la inactividad de sectores como la educación, la cultura, el ocio, el turismo, el trabajo de las fuerzas y cuerpos de seguridad, las protestas ciudadanas, la difícil gestión del incremento de fallecidos y el duelo de las familias».

Una mujer mira la compra que le ha dejado en la puerta su hijo, el autor de la foto. / JOSÉ GÓMEZ JOSÉ GÓMEZ

Desde la universidad se encargan de preservar todo este material, pero también de difundir este legado fotográfico, promoviendo su explotación no lucrativa y de acceso ciudadano. Está concebido como un legado para las generaciones futuras y la previsión inicial «es mantenerlo bajo nuestra custodia por un periodo de diez años porque el mundo digital cambia rápidamente, aunque pretende ser una cápsula en el tiempo mucho más duradera», explica Natalia, que cuenta que desde que se estrenó han recibido llamadas de varios investigadores que quieren consultarlo. «Estamos muy contentos». 

Aunque el archivo está en manos de la Universidad de Alcalá, todos los autores conservan los derechos de sus imágenes. «Desde la web no podrá descargarse ninguna imagen, pero se podrá acceder a los datos de contacto de cada autor», añade Garcés. También valora esta garantía Martinena, quien comparte que precisamente el asunto de los derechos de explotación parecía uno de los lastres iniciales del proyecto. «Entre los profesionales siempre hay cierto recelo en ceder fotografías». 

Para crear el archivo, en diciembre del 2020 se lanzó una primera convocatoria para todos aquellos profesionales que quisieran participar y ahora no se descarta abrir una segunda convocatoria este año para seguir ampliando la memoria visual de una pandemia que en este 2021 ha traído la esperanza de las vacunas, pero que también continúa llevándose por delante muchas vidas.