Once médicos especialistas que aprobaron las últimas oposiciones del Servicio Extremeño de Salud (SES) y habían conseguido una plaza fija de personal estatutario han renunciado a ocupar sus puestos. Seis de estos profesionales son anestesistas y los cinco restantes, traumatólogos. Pertenecen, por tanto, a dos de las especialidades de facultativos más deficitarias de la sanidad en estos momentos.

Las renuncias han sido notificadas en las últimas semanas a través de sendas resoluciones publicadas en el Diario Oficial de Extremadura (DOE), que también recogen nuevos nombramientos para ocupar esas plazas que se quedan desiertas, en función del orden de las listas de aprobados. 

En el caso de la especialidad de Anestesiología y Reanimación es la segunda vez que se producen renuncias dentro del mismo proceso. El pasado 20 de julio se publicó el nombramiento de los profesionales que había logrado las 40 plazas fijas convocadas. De esas 40 personas, una resolución de septiembre recoge la renuncia de cuatro de ellas y otros cuatro nuevos nombramientos, de los cuales también se producen otras dos dimisiones, según otra nueva resolución publicada en el DOE de ayer. En cuanto a la especialidad de Traumatología, había 31 plazas en juego a las que han renunciado cinco personas.

Aprobar una oposición supone, sobre todo, una seguridad laboral de por vida. «Son situaciones que hasta ahora no eran normales y no se producían, pero ante la situación de dificultad de médicos en algunas especialidades, existe una gran competencia entre comunidades, especialmente de tipo retributivo, y eso hace que los profesionales se presenten a las oposiciones en más de una comunidad y luego eligen donde las condiciones sean mejores», explica Carlos Arjona, presidente del Colegio Oficial de Médicos de Cáceres. Y un factor que no juega a factor de Extremadura, dice, es el tiempo de resolución de los procesos selectivos. «Se han resuelto antes en comunidades como Castilla-La Mancha y Castilla y León. Aquí se ha tardado mucho. Si esos profesionales hubieran tomado posesión de sus plazas en el SES hace más tiempo, quizás se hubieran quedado aquí», valora Arjona. A esto, añade, se suma las mejores condiciones «laborales y retributivas» de esas autonomías. Y también, que no se están concediendo comisiones de servicio. 

Lo cierto es que, en concreto, las oposiciones de anestesistas y traumatólogos han tardado casi dos años en resolverse en Extremadura. Las plazas se convocaron en noviembre de 2019: eran 40 para Anestesiología y Reanimación y 31 para Cirugía Ortopédica y Traumatología. Siete meses después, en junio de 2020, se llevaron a cabo los exámenes, y hasta un año después, el pasado junio, no se publicaron oficialmente los nombramientos. Hay que recordar también que todos los procesos selectivos quedaron en suspenso unos meses por la pandemia.

Según Arjona, lo que no parece tener mucha incidencia en estas renuncias son los lugares de trabajo adjudicados, porque entre las plazas abandonadas algunas se encontraban en hospitales como el de Mérida y Cáceres, que no son zonas de difícil cobertura. El resto de renuncias han sido en las áreas de Coria, Plasencia, Navalmoral de la Mata y Don Benito-Villanueva. 

Piden celeridad en la resolución de las nuevas oposiciones, con 600 plazas de facultativos

Desde el Colegio de Médicos de Cáceres reclaman que las nuevas oposiciones que se acaban de convocar se resuelvan «lo antes posible» ante la competencia que existe entre las comunidades por estabilizar a los facultativos más deficitarios en la sanidad pública. Su presidente, Carlos Arjona, señala que no tiene sentido que se tarde más de un año en resolver un proceso selectivo al que acuden pocas decenas de personas. «En Educación, por ejemplo, eso no ocurre. Las oposiciones se hacen en junio y en agosto ya están resueltas». La nueva convocatoria cuenta con más de 600 plazas para facultativos y el proceso de inscripción continúa abierto en estos momentos.