Se ha dejado notar más en las aulas que en la calle. Hoy ha habido huelga nacional en la educación y muchos extremeños se sumaron a la jornada de protestas. No han acudido a clase casi el 40% de los estudiantes de ESO (a partir del tercer curso) y Bachillerato en los institutos, según los datos de la Consejería de Educación, y el seguimiento en las facultades de la Universidad de Extremadura ha sido muy dispar: desde el 100% de ausencias en la Facultad de Educación de Badajoz (a partir de las 12), el 90% en Derecho, el 80% en Formación del Profesorado en Cáceres o en Veterinaria y la escasa repercusión que tuvo en el centro universitario de Plasencia («normalidad») o en la Facultad de Económicas y Ciencias Empresariales («muy bajo»), según los datos facilitados por la Universidad de Extremadura. Los convocantes, el Consejo de Estudiantes de la UEx y la Coordinadora Estudiantil, cifran en un 90% el seguimiento en total. 

«Hay que movilizarse y hacer algo. La nueva Ley de Convivencia Universitaria (LCU) que se ha aprobado en el Congreso empeora bastante la representación estudiantil y no podemos quedarnos callados», dice José Miguel, estudiante de Historia en la UEx, durante la concentración celebrada en Cáceres frente a la subdelegación del Gobierno. Allí se han concentrado en torno a medio centenar de alumnos que han pedido la dimisión del ministro de Universidades, Manuel Castells. «Se pretendía acabar con una ley franquista, porque la anterior era de 1954, pero la que finalmente se ha aprobado es igual o peor que la que se mantenía de aquella época. Y eso se ha permitido aceptando una enmienda de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), que solo busca su propio objetivo político y la independencia de sus universidades y eso es peyorativo para todas», añade Alfonso, otro universitario extremeño.

Alumnos de Cáceres protestan frente a la subdelegación del Gobierno, esta mañana. SILVIA SÁNCHEZ FERNÁNDEZ

En concreto, esa nueva ley de convivencia contra la que han salido a la calle los estudiantes trataba a priori de definir una serie de mecanismos comunes a nivel nacional para solventar conflictos que puedan ocurrir dentro de las facultades. «Se había llegado a un consenso, pero se aceptó una enmienda de ERC a cambios de apoyar los presupuestos y nos han dejado vendidos con una ley que no supone ningún avance. Ahora cada universidad tendrá autonomía para decidir cómo resuelve sus conflictos y eso no supone ni cambios ni garantías», denuncia el secretario del Consejo de Estudiantes de la UEx (CEUEx), Diego Vicente. 

De elecciones y huelgas

Pero hay una segunda ley, esta aún en tramitación, que también les ha sacado a las calles. Se trata de la LOSU (Ley Orgánica del Sistema Universitario), que sustituirá a la actual LOU. En su redacción actual «nos quita representación y voz a los estudiantes», critica Hernán Álvarez, delegado del CEUEx y portavoz de la Coordinadora Estudiantil de Badajoz, durante la manifestación en esta ciudad, donde la protesta ha sido más numerosa. «No queremos leyes que resten o no cambien nada, queremos leyes que traigan avances y mejoras para los estudiantes». Exigen que en la LOSU se reconozca el derecho a huelga en las universidades, que no está reconocido ahora, y también la retirada de varios puntos, como el que da más peso a los agentes de sociedad en los procesos de elecciones de la universidad o que los cargos se renueven cada seis años (ahora cada 4) y no se pueda optar a la reelección. «Eso supone que habrá estudiantes que nunca voten y que haya rectores que como no serán reelegidos no tengan en cuenta nuestra voz», explica Vicente.

Desde el gobierno de la UEx apoyan el paro y las concentraciones estudiantiles. «Sin participación no hay universidad, sin mediación no hay convivencia», destacó la vicerrectora de Estudiantes, Rocío Yuste.