Si algo positivo nos ha dejado la pandemia de covid-19, es la «importancia extraordinaria» de los aerosoles en la transmisión de los virus respiratorios. El infectólogo y profesor de la Universidad de Extremadura (UEx) Agustín Muñoz Sanz lo tiene claro: los bajísimos niveles de gripe por segundo año se deben, fundamentalmente, al uso de la mascarilla y la ventilación por el covid.

-¿Está desapareciendo la gripe tal y como la conocemos?

-Parece difícil que eso ocurra, al menos a corto y medio plazo. Los virus de la gripe no tienen vocación de perdedores. Lo que está ocurriendo parece debido a las medidas de protección no farmacológicas (mascarillas, distancias, no aglomeraciones, encierros) que protegen, y bastante bien, frente al covid y todos los virus respiratorios, que son decenas. Sirva los de la gripe como ejemplo.

- ¿Será el covid-19 la nueva griepe?

-No. Son dos infecciones muy distintas por más que provoquen síntomas parecidos o iguales en muchos casos. Pero hay decenas de infecciones que también lo hacen. El espectro de covid-19 es mucho más complejo y distinto que el de las gripes. Porque covid es, o ha sido hasta la llegada de ómicron, en esencia, una enfermedad del endotelio vascular, muy compleja, sorprendente, con repercusión respiratoria, neurológica, digestiva, cardiaca, renal y mucho más.

- ¿Es realmente efectiva la vacuna de la gripe?

-Sí, pero menos de lo deseable. Su eficacia ronda el 40-60% y es variable cada año. No está mal cuando hay una vacunación masiva, pero mucha gente, incluidos bastantes sanitarios, no lo hacen. Por otra parte, la potente eficacia de las vacunas contra el covid (más del 95%) deja a las vacunas antigripales en muy mal lugar. Pero, aun así, hay que vacunarse, sobre todo las personas con riesgo de evolucionar mal. La gripe puede matar con certera eficacia. Y, en el mejor de los casos, hace pasar una semana destrozado, amén de la pérdida de horas laborales y escolares y de la saturación de los servicios sanitarios extenuados.

- ¿Por qué cree que mucha gente tiene más reticencia a la vacuna de la gripe que a otras?

-Las conductas individuales y no digamos las colectivas son muy complejas de entender. Se está viendo con la pandemia que ha barrido, y sigue, el planeta. No solo hay gente en contra de la vacuna o que niega la realidad de la infección, sino que combaten activamente, verdaderos mercenarios, contra las medidas de protección individual y colectivas. Un sinsentido propio de una época en verdad desconcertante.

-¿Qué debemos hacer de cara a próximas temporadas para continuar en estos umbrales mínimos de gripe?

-Covid nos ha enseñado la importancia extraordinaria de los aerosoles en la trasmisión del virus. Lo cual debe servir para prevenir la gripe y otras infecciones respiratorias. Igual cabe decir sobre la ventilación y las aglomeraciones en los tiempo de toses y estornudos, sin olvidar el papel contagiante de los asintomáticos y paucisintomáticos. El hallazgo del papel epidemiológico y patogénico de los aerosoles es una de las cosas más importantes que han ocurrido en la pandemia vigente.