Procede de la localidad pacense de Villafranca de los Barros, tiene 36 años y vive en Alicante. Desde que estalló la pandemia Mari Carmen Infantes ha estado trabajando en un hospital público como enfermera en primerísima línea de batalla, en la UCI. Sin plaza fija, Infantes ha sido una de las profesionales contratadas como refuerzo para hacer frente al covid. Sin embargo, a finales de diciembre decidió renunciar a su contrato covid, que iba a ser prolongado hasta el mes de abril.

¿Qué le llevó a tomar esta decisión de decir que no a la renovación de un contrato?

Necesitaba parar y coger aire. Empecé a trabajar el 27 de marzo, nada más estallar la pandemia. Al principio no me hicieron un contrato covid, sino que durante mucho tiempo me estuvieron haciendo contratos mes a mes. El problema con esta forma de contratación es que no acumulaba días de vacaciones y durante la semana también veía recortados los tiempos de descanso. Estaba agotada, no podía más. Al final, este verano me ofrecieron un contrato seguido de seis meses, por lo que al final, en estos casi dos años de pandemia, he podido descansar 22 días. Cuando en diciembre se planteó la posibilidad de seguir decidí renunciar durante un tiempo para poder descansar.

¿No le ofrecieron al principio algo más estable?

No, decían que eso es lo que había, que aguantara hasta que saliera un contrato más amplio. Yo les decía que no podía seguir con ese ritmo de falta de descanso, pero miraban para otro lado. Al final si trabajas al son de la administración lo que te acarrea es ansiedad.

¿Ha sufrido algún tipo de sanción por haber rechazado seguir trabajando?

Cuando dije que renunciaba me advirtieron que me sancionarían, todo como para obligarte a que sigas trabajando. Yo me preguntaba: ¿y yo dónde quedo? Tras decir que no continuaba, he estado sancionada en bolsa durante un mes, pero ya me han vuelto a llamar porque trabajo siempre hace falta. Tengo 36 años y trabajo nunca me ha faltado, el problema es que siempre ha sido al son de las necesidades de ellos. Te llaman y te van moviendo por los distintos servicios, sin que puedas planificarte. Eso quema muchísimo, la gente necesita estabilidad.

¿Se siente maltratada por Sanidad?

Para la administración eres sólo un número, le importas como persona un pepino. Deberían cuidar más a sus trabajadores. Lo único que quieren es salvar la situación y cuando ya no puedes más, cuando dices que necesitas descansar un poco, entonces miran hacia otro lado.

¿Cómo ha sido trabajar en la UCI en tiempos de covid?

Ha sido agotador, de una sobrecarga enorme a nivel emocional. Ver morir a tanta gente me ha afectado, te vas desgastando y sufres mucho.

¿Había trabajado antes en una unidad de cuidados intensivos?

Sí que había estado un tiempo y me defendía. El problema es que en la Comunidad Valenciana no hay bolsas de enfermeros especialistas. Tienes que saber de todo y de repente te sueltan en un sitio tan delicado como es la UCI. Era como combatir en una guerra sin armas. La gente iba desbordada de trabajo y no tenía tiempo de pararse a explicar nada a los que llegaban. Apenas hablabas con tus compañeros, comías a las cinco de la tarde y si alguien decía que no sabía algo, pues había que buscarse la vida.

Habrá dado tiempo a formar a gente en estos dos años de pandemia.

El verano pasado, cuando el covid dio una tregua, formamos a enfermeros de quirófano para que pudieran trabajar en una UCI. Cuando llegó la siguiente ola de la pandemia, ese personal ni apareció. Todo ha sido así en estos dos años. De ahí que necesitara parar, reponerme y evadirme de todo esto.

¿Hay más compañeros que como usted hayan renunciado al contrato covid?

Sí, se de más enfermeros que no han querido continuar trabajando.

¿Ha podido el coronavirus y la gestión que las administraciones públicas han hecho de la pandemia con su vocación por la enfermería?

Durante toda la pandemia es algo que me he cuestionado mucho y actualmente estoy haciendo una formación para impartir yoga a niños y posiblemente empiece a compaginarlo con mi trabajo como enfermera para ir abriéndome a otros campos. Todo ha sido muy intenso, en muy poco tiempo y necesito reponerme. Creo que nunca abandonaré la enfermería, porque es algo en mí muy vocacional, pero me lo he planteado durante a lo largo de estos últimos dos años.

¿Hace cuánto tiempo que se marchó de Extremadura y cuál fue el motivo? 

Me fui hace cuatro años y medio y básicamente por motivos laborales. En Extremadura me ofrecían contratos de un día y con malas condiciones.