La matriculación de vehículos se vino abajo en torno a un 15% en Extremadura el año pasado. La incertidumbre y la crisis económica derivadas de la pandemia y la escasez de microchips a nivel global lastraron la evolución de las ventas de automóviles durante todo el año. Sin embargo, la recaudación del impuesto que grava precisamente la matriculación de turismos y todoterrenos se disparó en la comunidad autónoma por encima del 30%, hasta superar los 5,3 millones de euros, según las estadísticas elaboradas por la Agencia Tributaria. Esos ingresos correspondieron a 10.200 unidades registradas, mientras que en 2020, con bastantes más (11.995), a las arcas públicas fue a parar una cantidad muy inferior, unos cuatro millones. Así las cosas, el ejercicio pasado fue el tercero con una recaudación más elevada por este tributo de la última década en la comunidad autónoma, pese a ser el tercero peor en términos de matriculaciones.

La polémica implantación de la normativa de emisiones WLTP (World Harmonized Light-duty Vehicle Test Procedure), más estricta que la anterior, conocida por las siglas NEDC (New European Driving Cycle), fue la responsable de este aparente contrasentido, con un elemento distorsionador adicional: el nuevo sistema solo se aplicó durante un semestre, el primero, ya que a mediados de año el Congreso aprobó posponer sus efectos hasta el inicio de 2022.

De esta forma, con el cambio de calendario, e igual que ocurrió en enero de 2021, «muchos coches han vuelto a pasar de pagar cero a ochocientos o mil euros» por este concepto, explica Carlos Venegas, gerente de Grupo Maven e Hijos, empresa con concesiones de firmas como Hyundai, Volvo y Ford en distintas localidades extremeñas. 

La normativa WLTP es más exigente que la anterior a la hora de calcular el consumo real de combustible de un vehículo y las emisiones de CO2 que expele, lo que ha hecho que buen número de modelos salten de un tramo fiscal del impuesto a otro superior, suponiendo eso a menudo que dejen de estar exentos.

Venegas explica que el cambio no solo ha afectado a numerosas motorizaciones diésel y gasolina, también a las híbridas (las que combinan un motor de combustión interna con otro eléctrico). Y pone como ejemplo alguno de sus modelos más vendidos de este tipo en el segmento SUV, que de no tener que tributar nada ha pasado a hacerlo por más de 1.600 euros. La subida de este gravamen, señala, es un elemento más en «la ‘tormenta perfecta’» de factores adversos que afronta actualmente el sector, a la que se ha sumado también la desmedida escalada del precio de los carburantes. «El problema es que no se hace nada. El tipo de ayudas que hay complica mucho las cosas, porque son solo para eléctricos puros. Y el eléctrico irá creciendo paso a paso, pero ahora mismo es muy difícil que un extremeño medio se pase a esta clase de vehículos», arguye.

En enero, un 62% más

Durante enero de este año, la recaudación continuó en esta misma línea, con un crecimiento del 62% respecto a igual periodo de 2021, hasta los 408.793 euros, si bien en este caso la tendencia se justifica en el incremento de los vehículos matriculados, ya que la comparación se establece con el primer mes del año pasado, en el que también estuvo activo el nuevo protocolo de emisiones.  

Que en 2021 la nueva normativa solo estuviese vigente entre enero y junio hizo que en este intervalo se recaudase el 71% del total del año, a pesar de que se vendieron menos de la mitad de los coches. Muchos de quienes lo compraron durante este intervalo no pudieron librarse de cumplir con el fisco, abonando una media de 822 euros. Lo contrario ocurrió entre quienes adquirieron su vehículo (aunque se tratase de los mismos modelos) entre julio y diciembre, que tuvieron más fácil esquivar los rigores de la WLTP. La media que pagaron fue de un tercio: 279 euros.

La región es, de momento, la que aplica unos tipos más altos en este tributo

Aunque es el principal, el normativo no es el único factor que está detrás de estos mayores ingresos fiscales. El incremento del coste de las materias primas y la escasez global de microchips (semiconductores) han tirado al alza de los precios de los automóviles y, por tanto, de la cuota tributaria, que se calcula a partir del importe de venta. «El precio de los coches se ha encarecido entre unas cosas y otras unos dos mil euros de media», apunta Venegas. «Dentro de la poca demanda que tenemos, al final hay casi más que oferta. Es difícil de creer, pero es así», remacha. En este sentido, entre 2020 y 2021 las cifras de Hacienda muestran un encarecimiento medio de 849 euros en el precio de los vehículos matriculados (antes de sumarle el impuesto).

El impuesto de matriculación varía en función sobre todo de las emisiones del vehículo. También de su antigüedad si no se trata de un automóvil nuevo y del territorio donde se tribute porque, aunque se aplican unos tipos básicos a nivel estatal, luego las comunidades autónomas, que son las que reciben los ingresos, tienen potestad de modificar los porcentajes siempre que lo hagan al alza. Y Extremadura es la única comunidad autónoma en la que todos ellos están actualmente por encima de la media.

De acuerdo a los datos de Hacienda, de los 10.200 vehículos inscritos el año pasado en la región, 5.965 (un 58,5%) no tuvieron que liquidar esta exacción por no superar el nivel mínimo de emisiones de CO2. Del resto, la mayor parte (3.590, un 35,2%) figura en el epígrafe dos (entre 120 gramos de CO2 por kilómetro recorrido y 160), que en la región tributa al 5,2%, frente al 4,75% que se aplica en el resto del Estado (exceptuando Canarias, donde los porcentajes son más bajos en todas las escalas. De Navarra y País Vasco, con sistemas tributarios propios, no se incluye información). Estos vehículos pagaron de media 991 euros. 

Del epígrafe 3 (hasta 200 gramos de CO2 por kilómetro) se matricularon 420 unidades, con un promedio de 2.337 euros de cuota y un tipo impositivo del 11%, frente al general del 9,75%. En el último apartado, el de los turismos y todoterrenos más contaminantes (igual o superior a los 200 gramos), hubo 225 matriculaciones, que abonaron 3.625 euros de media. En este caso, ha habido otras siete autonomías que han subido la carga del gravamen, cuatro de ellas al mismo porcentaje que la extremeña (16%) y una por encima (Andalucía, con 16,9%). En las demás permanece al 14,75%.

La intención de la Junta es introducir un mecanismo de compensación con el fin de equiparar a Extremadura en el pago que tienen que afrontar los vehículos que antes estaban dispensados. A mediados de la pasada semana, en la Comisión de Hacienda y Presupuestos de la Asamblea de Extremadura se informó que esta rebaja no se aplicará con carácter retroactivo desde enero pasado, sino que será efectiva una vez que se promulgue la nueva ley que recogerá esta modificación y que incluirá, además, una bonificación en el impuesto de donaciones.