Mérida se ha convertido hoy en el epicentro de las protestas en el quinto día de la huelga de transportistas por la subida del precio del combustible. Desde primera hora de la mañana, cientos de cabezas tractoras de camiones se han ido concentrando en la confluencia de la A-5 y A-66 a la altura de la capital autonómica para participar en una marcha lenta y dificultar así los accesos a la capital autonómica.
En el entorno del polígono industrial El Prado han confluido buena parte de los vehículos, por lo que se han producido importantes retenciones en la zona. Desde la Guardia Civil de Tráfico han informado a este diario de que en estos momentos siguen las retenciones, debido a que los transportistas están "circulando en caravana recorriendo los accesos a Mérida para ralentizar el tráfico".
Según ha explicado Manuel Estévez, un transportista de Zahínos, unos 60 camioneros de este municipio pacense decidieron ayer trasladar sus reivindicaciones a Mérida a través de una marcha, en la que finalmente han participado compañeros del sector procedentes de otros puntos de la región. "A través de los grupos de WhatsApp fuimos hablando y al final nos hemos unificado en Mérida", ha señalado. "Hemos hecho un poquito de fuerza y a ver si nos escuchan porque no somos pocos. No se puede trabajar con estas condiciones porque estamos en pérdidas", ha subrayado.
La delegada del Gobierno en Extremadura, Yolanda García Seco, tildó ayer de "terrorismo" las acciones de algunos de los piquetes informativos en la región. «Quieren secuestrar la economía y están sembrando el miedo entre la ciudadanía», manifestó García Seco, quien aseguró que los grupos estaban impidiendo pasar a los camiones. De hecho, desde que el pasado lunes arrancara la huelga de transportistas, ya se han registrado varios incidentes en las carreteras y la falta de mercancías también es ya una realidad.
El Ministerio del Interior mantiene este viernes el dispositivo de seguridad formado por 23.600 agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil, más de un millar en Extremadura, con motivo de la huelga de transporte para garantizar el abastecimiento de productos esenciales a la población y actuar ante posibles piquetes violentos.
De este dispositivo, que es de 1.022 agentes, 270 son de la Policía Nacional y 752 de la Guardia Civil.
El despliegue se centrará en escoltar convoyes de suministros, patrullar y dotar de seguridad a los centros logísticos y nudos de transporte de mercancías y prevenir y actuar contra piquetes violentos, informa el Ministerio. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad han seguido garantizando esta noche la circulación desde los principales puntos de distribución logística para asegurar el abastecimiento.
