violencia de género

Veinte menores extremeñas tienen protección por violencia machista

Son adolescentes entre 14 y 17 años que han sufrido maltrato por parte de su pareja o expareja

Una protesta contra la violencia de género desarrollada en Cáceres.

Una protesta contra la violencia de género desarrollada en Cáceres. / EL PERIÓDICO

Rocío Sánchez Rodríguez

Rocío Sánchez Rodríguez

Las asociaciones que llevan décadas trabajando desde Extremadura contra la violencia machista insisten continuamente en un mensaje claro: los malos tratos se dan en población cada vez más joven. Adolescentes que están viviendo sus primeras relaciones y naturalizan situaciones envueltas en celos que evidencian un patrón de posesión y de control que pueden terminar en un caso más de violencia de género. Como muestra, los datos oficiales.

Desde la Consejería de Igualdad y Cooperación para el Desarrollo de la Junta dan algunas cifras: a fecha de 28 de febrero de 2022, había en la región 20 casos activos de violencia de género entre menores de 14 a 17 años, o lo que es lo mismo, una veintena de menores que necesitan protección policial (a distintos niveles) porque han sufrido agresiones por parte de su pareja o expareja, que en gran parte de las ocasiones tampoco han cumplido aún los 18 años.

En total, a día de hoy en Extremadura hay 1.698 víctimas protegidas por violencia machista: 987 en la provincia de Badajoz y 711 en la provincia de Cáceres, según los datos ofrecidos por la delegación del Gobierno.

Más cifras

Asimismo, según los números que maneja el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), durante el pasado año 2021 fueron un total de 2.589 mujeres las víctimas de violencia de género en la comunidad autónoma. Significa un 16,3% más que en 2020 (cuando hubo meses de confinamiento).

De esas 2.589, 2.229 tenían nacionalidad española y las 360 restantes, eran extranjeras. Igualmente, del total registrado, 30 de ellas no habían cumplido aún la mayoría de edad; de estas, 25 eran españolas y cinco procedentes de otros países.

Otro punto en el que insisten las asociaciones que trabajan en esta materia es que lo que sale a luz, lo que se ve, es solo una parte de las situaciones que están ocurriendo. Y en este sentido ponen el foco en las redes sociales y las nuevas formas de control a través, por ejemplo, de aplicaciones de geolocalización. 

Suscríbete para seguir leyendo