La Corte Extremeña de Arbitraje, una forma de solventar los conflictos civiles y mercantiles más rápida, con un plazo máximo de seis meses para resolverlo, ha sido constituida este viernes en la capital cacereña, donde tendrá su sede, aglutinando a 34 abogados de todos los partidos judiciales de la comunidad autónoma.

El Parador de Cáceres ha acogido el acto de constitución de esta entidad, que administrará y designará los árbitros, cuyo primer turno entre los abogados presentes se ha elaborado hoy.

Además, este órgano establecerá un procedimiento abreviado de cuatro meses para asuntos de cuantía inferior a 50.000 euros, una “ventaja” frente a procedimientos judiciales que lleguen al Supremo, con una dilación de años, ha explicado en declaraciones a Efe el presidente de la Corte Extremeña de Arbitraje, Juan Ramón Corvillo.

Todo ello se hace siguiendo el ejemplo de otras regiones como el País Vasco y Galicia, que ya cuentan con su propia entidad.

El arbitraje es un método de resolución de conflictos alternativo a la vía judicial, diferente a la mediación, pues finaliza con una resolución de un tercero, un laudo arbitral, ejecutable de inmediato por ambas partes como una sentencia, y no recurrible, aunque se puede ejecutar una acción de nulidad, ha apuntado Corvillo.

Para acceder a la corte, las dos partes en conflicto, particulares, empresas y profesionales, deben someterse a ella en cualquier momento, o bien tras la inclusión en un contrato o estatuto societario de la cláusula arbitral, desde cualquier parte de la región.

“Apostamos por un arbitraje telemático, estaremos disponibles para todos los ciudadanos y empresas de Extremadura, si en algún momento se requiere una actuación presencial, estará la sede de la corte”, ha asegurado su presidente.

De esta recién creada corte forman parte abogados con experiencia en procedimientos arbitrales nacional e internacional, en derecho civil y mercantil, bien como árbitros o abogados de las partes.