La Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) ha garantizado a la Junta de Extremadura el abastecimiento de las poblaciones extremeñas que beben de esta cuenca, tras el malestar trasladado por el Ejecutivo regional por las consecuencias en la zona debido a los desembalses para aprovechamientos eléctricos que se han llevado a cabo por parte de las compañías que gestionan el agua.

Según informó ayer la Junta, la consejera para la Transición Ecológica y Sostenibilidad, Olga García, y miembros de su equipo se reunieron el pasado martes con el presidente de la CHT, Antonio Yáñez, para abordar la situación de los embalses de la cuenca, y esta previsto que próximamente se celebre otra reunión con responsables de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) con el mismo fin.

Durante el encuentro, Olga García explicó que la Junta no se desentiende de ninguna forma de estos desembalses y que ya ha manifestado en distintas ocasiones su preocupación de manera oficial a la propia confederación y al ministerio competente «advirtiendo de las posibles consecuencias negativas si esto persiste». Como ejemplo, falta de agua para las actividades agrícolas y ganaderas en la zona afectada.

La consejera también dio a conocer al presidente de la CHT la solicitud realizada oficialmente a la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, para el control exhaustivo de los desembalses durante los meses de verano, con el objetivo de impedir perjuicios al abastecimiento de la población.

García confía en que la modificación del artículo 55 de la Ley de Aguas en cuanto al establecimiento de volúmenes y reservas mínimas «debería ser suficiente para evitar perjuicios a la población y a los ecosistemas». Esto es, que no se pueda bajar de una cuota concreta en meses estivales en los que predomina la escasez de lluvias. Menos aún para generar electricidad y beneficios económicos a las empresas que negocian con este sistema.

Punto de partida Sin embargo, la situación ahora ya es difícil: el nivel inicial es bajo debido a los desembalses que ya se realizaron el verano pasado y ha habido pocas precipitaciones. El punto de partida obliga al Ejecutivo regional a estar más alerta para evitar que se produzca esa falsa sequía.

Por ello, la consejera insistió tras la reunión en que la realidad de partida «es claramente peor» a la existente hace un año, y que corresponde a la CHT la gestión de la situación, que incluye además la necesidad de cumplir con el Convenio de Albufeira que determina las aportaciones de agua que el Tajo debe hacer al país vecino.

Monfragüe

La Junta, asimismo, ha ofrecido su completa colaboración para mejorar y coordinar las actuaciones de seguimiento, vigilancia y control que se desarrollan en cuanto al estado de las masas de agua de la cuenca del Tajo, y muy especialmente en el Parque Nacional de Monfragüe, que también se vio afectado por el vaciado perjudicando directamente a la calidad de las aguas.

Y también se ha constatado, del mismo modo, la necesidad de mantener reuniones periódicas entre las distintas administraciones para un adecuado seguimiento que permita conocer de primera mano la situación en cada momento y aportar y reclamar aquellas medidas que se consideren necesarias.